Mueren 12 médicos en un hospital de MSF en Afganistán tras un bombardeo de EE. UU. 

Efe KABUL

INTERNACIONAL

El ejército estadounidense justifica el ataque «porque se ocultaban» talibanes. Hay 37 heridos y otros 7 pacientes fallecidos. El jefe de las fuerzas de EE. UU. en el país expresa sus condolenncias

04 oct 2015 . Actualizado a las 00:45 h.

Las fuerzas aéreas de Estados Unidos bombardearon un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Kunduz porque, según justificó el Gobierno afgano, en él se ocultaba un grupo de talibanes, lo que provocó la muerte de al menos 12 miembros de la oenegé y siete pacientes.

«Fue terrible ver la pérdida de vidas de médicos de MSF (por el bombardeo), pero lamentablemente los terroristas decidieron ocultarse en el hospital», afirmó el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Seddiq Seddiqi, en una rueda de prensa en Kabul. El hospital, el único con servicios de traumatología y cirugía en toda la región y en el que trabajaban 80 miembros de MSF, atendía a un centenar de pacientes en el momento del bombardeo que dejó «parcialmente destruido» el recinto, según la oenegé.

Las imágenes difundidas tras el ataque mostraban parte del austero centro sanitario de planta baja calcinado por las llamas, mientras los supervivientes se amontonaban en las zonas que no habían sido dañadas. «El bombardeo continuó durante más de 30 minutos después de que las autoridades militares estadounidenses y afganas fueran informadas en Kabul y Washington», denunció MSF, que aclaró que todas las partes en conflicto conocían sus coordenadas exactas.

El portavoz del Ministerio del Interior insistió durante su comparecencia en que fue el hecho de que «entre 10 y 15 terroristas se ocultaran en el hospital», lo que les llevó a bombardear el recinto, en el que murieron «todos los terroristas». También fallecieron, según MSF, 12 miembros de su personal y otras 37 personas resultaron heridas, de los cuales 7 pacientes perdieron la vida, y señalaron que el número de víctimas podía aumentar con el paso de las horas.

Las Fuerzas Armadas estadounidenses reconocen el ataque aéreo «en las inmediaciones» del hospital de Médicos sin Fronteras y el Secretario de Defensa Ashton Carter ha afirmado que se está realizando una «investigación completa» de los letales ataques.

El jefe de la Misión Apoyo Decidido de la OTAN en Afganistán, el general estadounidense John Campbell, ha trasladado sus condolencias al presidente del país, Ashraf Ghani, por el bombardeo sobre el hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz (norte) en el que han muerto al menos 16 personas y otras 37 han resultado heridas.

El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, condenó «el crimen», y negó por su parte que en el momento del ataque hubiera insurgentes en el centro sanitario, «ya que la situación de conflicto no permite (a sus) guerreros ser hospitalizados en él». Mujahid acusó a la agencia de inteligencia afgana de haber proporcionado información falsa a Estados Unidos para bombardear el hospital en Kunduz, lo que provocó que «médicos, enfermeras y pacientes fueran martirizados y heridos», criticó.

El bombardeo se produjo en el marco de la toma de Kunduz el pasado lunes por los talibanes, la victoria más importante de los insurgentes desde que fueron sacados del poder en 2001, y la posterior reconquista el jueves de la ciudad por parte de las tropas afganas, con apoyo aéreo estadounidense. Sin embargo, desde entonces los enfrentamientos continúan en la ciudad, donde aún los dos bandos se disputan los distintos sectores.

Según MSF, el bombardeo sobre el hospital siguió «durante más de 30 minutos» a pesar de que la ONG había avisado a los ejércitos estadounidense y afgano de que habían sido alcanzados por proyectiles, por lo que la oenegé exigió exigió «que se esclarezcan rápidamente» las circunstancias del ataque.

Su director de operaciones, Bart Janssens, aseguró que en los miembros de la organización no gubernamental están «estamos profundamente consternados por el ataque, por la muerte de nuestros empleados y el alto precio infligido a un centro de salud en Kunduz».

Según informó el Ministerio de Defensa afgano, esta noche al menos 90 talibanes murieron en choques con las tropas afganas y estadounidenses en Kunduz, y concretó que los enfrentamientos todavía prosiguen en el extrarradio de la ciudad. Un portavoz de la Policía de Kunduz, Sayed Sarwar Hussaini, explicó a Efe que la operación militar contra los talibanes se complica cuando estos se ocultan en áreas residenciales. «Esta mañana, tras un breve tiroteo, detuvimos en una casa a seis talibanes. (...) Todos eran menores de edad», denunció Hussaini.

La ONU considera el acto de «inexcusable»

El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra'ad Al Hussein, pidió una completa y transparente investigación del hecho, y afirmó que si se «considera que debe ir a una corte de justicia, un bombardeo a un hospital puede ser considerado crimen de guerra». Añadió, además, que «este hecho es absolutamente trágico, inexcusable y posiblemente incluso criminal».

Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense Ashton Carter dijo que se está realizando una «investigación completa» de los letales ataques. Carter admitió que las fuerzas estadounidenses estaban «operando cerca» del hospital de Médicos Sin Fronteras. «Una investigación completa del trágico incidente está en marcha, en coordinación con el gobierno afgano. En este difícil momento seguiremos trabajando con nuestros aliados afganos para intentar poner fin a la violencia en curso en y alrededor de Kunduz», añadió el jefe del Pentágono.