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La UE no aceptará la presencia de Al Asad en los próximos comicios sirios

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Los socios exigen a Moscú el cese inmediato de los ataques a la oposición

13 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«No puede haber una paz duradera en Siria bajo el actual Gobierno». Es la conclusión a la que llegaron ayer los 28 ministros europeos de Exteriores reunidos en Luxemburgo para abordar el mayor desastre humanitario al que se ha enfrentado el mundo en la historia reciente. Acordaron que nadie en la Unión Europea aceptará la participación del actual presidente sirio, Bachar Al Asad, en unas elecciones, y mucho menos en un futuro Gobierno en Siria: «El régimen carga con buena parte de la responsabilidad de las 250.000 muertes del conflicto y de los millones de desplazados dentro y fuera del país», rezan las conclusiones de la reunión, que culpan al Gobierno de instigar la guerra civil en el país.

El consenso de excluir a Al Asad por los crímenes cometidos contra su propio pueblo es absoluto y el deseo de poner en marcha un proceso de transición y reconciliación nacional, compartido por los Estados miembro. El objetivo es estabilizar la situación, restablecer las libertades, garantizar la integridad territorial del país, la laicidad y la inclusión de las minorías. Sin embargo, hay opiniones dispares acerca de cómo llevar a cabo esa transformación.

Las divisiones sobre este particular son evidentes. Países como España y Dinamarca defendieron ayer la puesta en marcha de negociaciones con la presencia del líder sirio, una opción que rechazan de forma vehemente Francia y Reino Unido: «No podemos trabajar con Al Asad para llegar a una solución. Podemos ser flexibles en el modo y el calendario de su salida pero solo la oposición debe dirigir la transición», se plantó el titular británico de Exteriores, Philip Hammond.

Debate encendido

El debate fue encendido pero las posturas se mantienen equidistantes. «Cuanto más tardemos en llegar a una negociación, más muertos habrá. Solo es posible sentando a Al Asad a la mesa. La negociación se hace entre enemigos», advirtió el español García Margallo. Su homólogo danés, Kristian Jensen, respaldó esta opción: «Si queremos una transición será necesario dialogar con el actual presidente».

Pero sobre el terreno existen tres obstáculos difíciles de sortear. El primero y más evidente es el de plantar batalla al Estado Islámico. La lucha contra el terrorismo es vital para garantizar la paz en el territorio y frenar el desplazamiento de refugiados. La UE llamó a sus socios internacionales para redoblar esfuerzos contra el Estado Islámico. Una lucha en la que no quieren que Al Asad tome parte. Por otro lado está el reto de convencer a los actores influyentes en la región (Turquía, Irán, Arabia Saudí e Irak) para que contribuyan a una solución duradera arrinconando sus intereses particulares y sus rivalidades religiosas.

Por último, hay que mantener a raya a Rusia. Ayer los ministros condenaron los recientes ataques militares orquestados por Moscú contra la oposición moderada. La UE teme que la interferencia del vecino del este vuelque la balanza a favor del régimen: «La intervención rusa cambia las reglas del juego», aseguró la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien exigió a Rusia el cese de sus acciones en el terreno y sus incursiones en el espacio aéreo de países vecinos.

Las fuerzas del régimen libran los combates más encarnizados

Las fuerzas del régimen sirio apoyadas por los rusos libraban ayer los combates más encarnizados desde el inicio de las operaciones aéreas de Moscú.

Según anució la televisión pública siria, las tropas de Damasco tomaron la localidad de Kafr Nabuda en la provincia de Hama, como parte de una ofensiva para recuperar territorios en el centro del país. Sin embargo, fuentes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos matizó que, tras la entrada de los tropas en el pueblo, se registraban combates descarnados.

Un ataque de Francia mata a seis yihadistas franceses

Francia seguirá atacando al Estado Islámico en Siria sea cual sea la nacionalidad de sus miembros, se defendió ayer el primer ministro de ese país tras admitir que sus últimos bombardeos podrían haber matado a yihadistas de nacionalidad gala. «Los terroristas no tienen pasaportes», se justificó Manuel Valls durante una visita a su aviación en Jordania. Su declaración llegó poco después de que una oenegé siria señalase que el número de franceses muertos podría ascender a seis,

tres de los cuales serían menores de 18 años. El bombardeo se produjo el jueves por la noche y tenía por objetivo un campo de entrenamiento en Siria. foto KENZO TRIBOUILLARD afp

La ONU exige a EE.UU. y Rusia un acuerdo para evitar la escalada

El enviado especial de Naciones Unidas para el conflicto sirio, Staffan de Mistura, reclamó ayer a EE.UU. y Rusia que se pongan de acuerdo de forma urgente para evitar una nueva escalada que termine por «partir» definitivamente Siria, un país golpeado y dividido por más de cuatro años de guerra. De Mistura subrayó que los dos países son clave para sentar a la mesa a las distintas partes en conflicto, si bien en las últimas semanas las dos potencias no han hecho sino aumentar sus discrepancias.

El enviado de la ONU viajará hoy a Rusia e «inmediatamente» después a Estados Unidos, para intensificar las negociaciones y tratar de lograr en última instancia un acercamiento entre el régimen de Bachar al Asad y la oposición. Ambos países deberían acordar «futuros pasos» y el arranque de un proceso político que Naciones Unidas considera «urgente». «Lo que debemos evitar a toda costa es la continuación del conflicto y una partición (del país) que ya se plantea como posibilidad» y que, de confirmarse, sería una «tragedia», advirtió De Mistura. En su opinión, Siria va camino de convertirse en un «cóctel tóxico» mezcla de Afganistán, Libia y Somalia.

De Mistura reconoció que la implicación militar de Rusia al lado de al Asad ha añadido una «nueva dinámica» a la situación sobre el terreno. Según sus datos, unos 40.000 civiles han abandonado sus hogares por los bombardeos y aún más lo harán si estos ataques se intensifican. Hasta el momento, la principal coalición opositora siria se ha negado a participar en los grupos de contacto impulsados por la ONU por los bombardeos lanzados por Rusia sobre posiciones rebeldes.