Colombia celebra las elecciones regionales más pacíficas de los últimos 30 años

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

LUIS ACOSTA | AFP

Custodiados por 400.000 policías, 34 millones de colombianos fueron convocados a las urnas para designar a 32 gobernadores y 1.102 alcaldes

26 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Colombia eligió ayer a las autoridades regionales que pondrán en marcha un eventual acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, previsto para marzo y que busca poner fin a medio siglo de conflicto interno.

«Espero que esta sea la última elección, la última, después de 50 años de guerra, en que tengamos que acudir a las urnas en medio de un conflicto armado», declaró el presidente Juan Manuel Santos. Custodiados por 400.000 policías, 34 millones de colombianos fueron convocados a las urnas para designar a 32 gobernadores y 1.102 alcaldes. La atención se concentra en Bogotá, una ciudad de ocho millones de habitantes gobernada por la izquierda desde hace doce años y que según las encuestas podría dar el poder al exalcalde de centro-derecha Enrique Peñalosa, a varios puntos de distancia de su más cercano rival.

A media jornada, las autoridades difundieron datos sobre la violencia electoral y calificaron los comicios como los más pacíficos de los últimos 30 años. Las amenazas a candidatos cayeron el 75 %, y los atentados terroristas, el 64 %, respecto al 2011. Este clima de calma quedó ensombrecido por la muerte de un soldado en un ataque del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla activa en el país, actualmente en diálogos preliminares de paz con el gobierno, en un caserío de Antioquia.

La violencia política electoral «hoy tiene características de un país en transición al posconflicto», señaló el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, al vincularla más al crimen organizado que a grupos armados ilegales relacionados con la lucha interna. Pero la compra de votos sigue preocupando. Según la policía, 115 personas fueron detenidas por irregularidades y más de 1.695 millones de pesos (unos 580.000 dólares) fueron incautados por ser destinados presuntamente a influir en la votación.