Un gallego fue portero de la sala Bataclan durante siete años

jorge bravo VIGO / LA VOZ

INTERNACIONAL

«Al oír el nombre de la sala me quedé frío y arranqué a llorar. Con tantos recuerdos allí, te duele», afirma el ourensano Elías Fernández

19 nov 2015 . Actualizado a las 08:49 h.

La historia de Elías Fernández (Ourense, 1949) podría ser la de tantos gallegos que durante los años cincuenta y sesenta emigraron a Francia en busca de un futuro mejor. Pero solo él puede contar que fue portero de la sala Bataclan, la que el viernes por la noche sufrió la matanza terrorista en París.

«Lo del atentado me fastidió mucho, pero al oír el nombre de la sala me quedé frío y arranqué a llorar. Con tantos recuerdos allí, te duele. Creo que aún estoy desbordado. Su primera reacción, cuenta, fue ponerse a buscar fotos y recuerdos: «Conservo imágenes mías allí e incluso un periódico de la época».

Fernández trabajó en el Bataclan siete años. Ahora tiene 66 y reside en Gondomar. Recuerda que llegó a París a los 17. «Fui a visitar a mi hermano, que por entonces trabajaba en Citroën, me gustó el ambiente y me quedé a vivir». Fue en 1966. Comenzó a trabajar en la sala Globo como camarero. Luego montó su propia sala con otra persona pero no le fue bien. «Uno de los socios del Globo acababa de reformar la sala Bataclan y me preguntó si me interesaba ser portero y encargarme de la seguridad», explica.

En aquel entonces, el ambiente del local era totalmente español: «El dueño era vasco, y tanto los responsables de seguridad como los camareros y los encargados de vestuarios eran españoles. Alguna vez iba algún cliente francés, pero allí éramos todos españoles».

Regresó a España en el año 1978. Después de tanto tiempo, ¿volvió alguna vez a la discoteca ahora tristemente célebre? «Sí, hará tres o cuatro años. Fui a tomar un café a la cafetería que también se llama Bataclan, que está conectada con la sala de espectáculos. Me alegró mucho ver que seguían trabajando dos personas que ya estaban en mi época», cuenta Elías.

Figuras de la época

Aunque ya se había acabado aquel toque español de los sesenta y setenta. El exportero de la sala parisina recuerda bien a muchos de los artistas que pasaron por aquel escenario. Por ejemplo, Manolo Escobar, Antonio Molina y Concha Piquer. Grandes figuras patrias de la época que arrasaban entre los emigrantes. «Había mucha afluencia de gente a los conciertos. Para el de Escobar, el dueño de la Bataclan tuvo que alquilar una estación de tren en la Bastille. Vino gente de todas partes a verle, incluso desde Suiza. También pasó por allí alguna que otra miss de la época con el patrocinio de las cajas de ahorro.