Lo ocurrido, en portada de todos los grandes medios, se vio agravado porque las denuncias de agresiones sexuales crecieron las últimas horas
07 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La canciller Angela Merkel fue objeto el miércoles de innumerables críticas por su política de puertas abiertas a los refugiados, tras la ola de agresiones sexuales ocurridas en Nochevieja en Colonia. Lo ocurrido, en portada de todos los grandes medios, se vio agravado porque las denuncias de agresiones sexuales crecieron las últimas horas y, al centenar registrado en Colonia, se sumaron cerca de 40 en Hamburgo y once en Düsseldorf, donde las mujeres fueron también acosadas por grandes grupos de hombres que las rodearon y, en algunos casos, les robaron.
Lo ocurrido complica la tarea de la canciller en este inicio de año, al hacer resurgir los temores de la opinión pública por el flujo sin precedentes de migrantes llegados de Siria, Irak o Afganistán, y las dudas sobre la capacidad de Alemania de integrarlos. Pese a que las autoridades han repetido hasta la saciedad que no tienen pruebas de que haya refugiados implicados en las agresiones, los detractores de Merkel insisten en culparlos, basándose en testimonios de víctimas que hablan de asaltantes de apariencia «norteafricana» o «árabe».
Según dijo el ministro del Interior, Thomas de Maizière, Alemania se plantea, entre los objetivos de política migratoria de este año, reducir el flujo de refugiados que llegan al país, después de que en 2015 se registrara un récord histórico al entrar más de un millón de solicitantes de asilo.
Por otro lado, Dinamarca, Suecia y Alemania defendieron la aplicación de controles fronterizos temporales para frenar la oleada de refugiados en sus territorios, a falta de una respuesta europea a la crisis migratoria. El comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, se reunió el miércoles con responsables de los tres países, que insistieron en defender las medidas aplicadas para controlar el flujo migratorio en ausencia de medidas coordinadas por la UE.