Primera coalición de socialistas, conservadores y ecologistas en un estado federado de Alemania

Patricia Baelo BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Reiner Haseloff
Reiner Haseloff JENS WOLF | EFE

Después de que la ultraderecha haya capitalizado el miedo ante la llegada de refugiados, esta alianza sin precedentes podrían ser la antesala para las generales del 2017

21 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Jamaica, kiwi, semáforo... No se trata de las últimas tendencias en moda estival ni de un juego infantil para identificar objetos o países, sino de las nuevas y exóticas fórmulas de coalición con las que experimentan los Gobiernos regionales de Alemania, dado el desgaste del bipartidismo y la irrupción de formaciones de extrema derecha, que quedaron más patentes que nunca en el bautizado como superdomingo electoral del 13 de marzo, donde tres estados federados acudieron a las urnas.

Coalición Kenia

La última de todas ve la luz en la región de Sajonia-Anhalt y se llama Kenia, por coincidir los colores de la bandera de este país africano con los colores de los tres partidos que la forman: el negro por la Unión Cristianodemócrata (CDU), el rojo que corresponde al Partido Socialdemócrata (SPD) y el verde por los ecologistas. Una alianza sin precedentes en la historia alemana, que requiere voluntad negociadora, algo que sobra en un país donde la coalición es la fórmula de gobierno por antonomasia.

Pero también, mucha flexibilidad. Tal y como quedó establecido en el acuerdo que firmaron los tres representantes regionales la noche del martes, Los Verdes, que en un principio reclamaban dos carteras, deberán conformarse finalmente con el Ministerio de Medio Ambiente, mientras que el SPD se lleva los de Empleo y Economía, y los seis departamentos restantes recaen en la CDU.

«Merece la pena», declaró el que previsiblemente jurará la próxima semana como jefe de Gobierno del Land, Reiner Haseloff. No en vano, es la única posibilidad que tiene el cristianodemócrata de gobernar con una cierta mayoría, después de que con el 24 % de apoyos, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se alzara como la segunda fuerza más votada en los comicios regionales del 13 de marzo, a solo un 5 % de distancia de la CDU. Con ello, AfD consiguió 25 escaños en la Cámara y complicó el cordón sanitario que quisieron imponerle el resto de partidos.

Tampoco era posible reeditar una gran coalición CDU- SPD, ya que los socialdemócratas cayeron en picado y se fueron a casa esa noche con apenas un 10 % de los votos. Ahora su líder en Sajonia-Anhalt, Burkhard Lischka, calificó la alianza de «matrimonio de conveniencia», porque como dijo, «todo lo demás sería una catástrofe».

Entretanto, muchos consideran que estos experimentos podrían ser la antesala para las elecciones generales del 2017, sobre todo después de que la crisis migratoria sin precedentes haya abierto grietas insalvables entre los socios de la gran coalición, y de que AfD haya capitalizado el miedo que siente la sociedad alemana ante la llegada de refugiados.