Pánico en el aeropuerto de Fort Lauderdale

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

ANDREW INNERARITY | Reuters

Un hombre armado y con documentación militar dispara a la multitud y mata a cinco personas

07 ene 2017 . Actualizado a las 01:04 h.

Al menos cinco personas han muerto y otras ocho resultaron heridas después de que un hombre armado disparase contra la multitud en el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale, al norte de Miami, un aeródromo que presta servicio a más de 70.000 personas al día. El sospechoso, posteriormente detenido por las autoridades, ha sido identificado como Esteban Santiago Ruiz, un joven de 26 años, con documentación militar y nacido en Nueva Jersey.

La noche del viernes todavía se desconocía la motivación del ataque, que tuvo lugar minutos antes de las 13:00 horas (hora local), en la terminal 2 del aeropuerto, justo donde operan Delta Airlines y Air Canadá. El atacante llegaba en un vuelo procedente de este país y podría haber portado el arma en su equipaje, según declaró el senador de Florida, Bill Nelson, quien no descartó «posibles problemas mentales» del tirador. No obstante, un agente especial del FBI en Miami, George Piro, dijo que la investigación se encuentra todavía en una fase muy temprana y que no se puede determinar si se trató o no de un acto terrorista.

«Parece que actuó solo», declaró en cualquier caso Piro confirmando la versión ofrecida por Scott Israel, sheriff del condado de Broaward, quien informó de que el sospechoso fue arrestado sin ofrecer resistencia y estaría colaborando con las autoridades, quienes no tardaron en interrogarlo.

El tiroteo sorprendió en pleno aeropuerto al exsecretario de prensa de la Casa Blanca con la Administración de George W. Bush, Ari Fleischer: «Estoy en el aeropuerto de Fort Lauderdale. Acaban de disparar. Está todo el mundo corriendo», informaba a través de Twitter. Gene Messina, otro testigo, relató a CNN que presenció los primeros momentos de la evacuación justo después de aterrizar. «Salí del avión y vi a mucha gente corriendo y gritando», dijo. Otra mujer presente en el ataque relató a MSNBC que, cuando el sujeto comenzó a disparar a la gente, no había autoridades cerca, pero en el momento de recargar el arma el sospechoso fue inmovilizado sin ser herido.

El tiroteo desató el caos y escenas de pánico entre los usuarios del aeropuerto. Las imágenes de televisión mostraban a los pasajeros corriendo en todas direcciones para ponerse a salvo y a cerca de dos centenares de personas congregadas sobre la pista del aeropuerto. Un testigo, Ismail Burke, narró al canal ABC que caminaba por el terminal cuando escuchó gritos. «Entonces nos dimos la vuelta y parecía que él [el atacante] tenía un uniforme y un arma grande», dijo. «De golpe empezó a dispararle a la gente. Corrimos al baño y así fue como pude salir de allí», añadió. «Disparaba indiscriminadamente a su alrededor», relató otro testigo.

Todos los movimientos en el aeropuerto fueron suspendidos al tiempo que las fuerzas especiales SWAT lo revisaban para determinar la seguridad antes de su reapertura. Los viajeros que estaban en los terminales fueron retenidos y los aviones que llegaron a partir del tiroteo no permitieron descender a sus pasajeros. Aunque la Dirección de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) informó de un segundo tiroteo en uno de los garajes del aeródromo, las autoridades confirmaron minutos más tarde que no tenían evidencias.

Tras los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York, las medidas de seguridad aumentaron considerablemente en todos los aeropuertos de EE.UU. De hecho, el último incidente registrado en un aeródromo del país ocurrió en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el pasado 2013 y se saldó con la muerte de un policía de la ciudad. Lo ocurrido en Florida demuestra que la seguridad total no existe.