Obama suprime los privilegios a los cubanos que huyen de la isla
INTERNACIONAL
Los migrantes lamentan lo que creen un «regalo de despedida» para Raúl Castro
14 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Lo perdimos todo ¿Qué esperanzas puedo tener si no podemos ir a Estados Unidos?», se pregunta José Enrique Manresa. Él es uno de los miles de cubanos que entre lágrimas ha recibido la noticia de que Barack Obama ha puesto fin a los privilegios migratorios que desde 1995 tenía su pueblo en EE.UU. A sus 47 años, Manresa lleva 48 días viajando por Sudamérica, Centroamérica y México, lugar en el que se encuentra acompañado de su hija Arianne. «De nada nos valió todo el viaje que hicimos», se lamenta en BBC. Tiene razón. José Enrique ya no podrá entrar en EE.UU. sin visado y tampoco optar a la residencia legal después de un año.
Otros tuvieron más suerte, como José Antonio Batista Silva, el último cubano en llegar a EE.UU. bajo la norma «pies secos, pies mojados»: «Soy el último», decía llorando ante la prensa en la frontera de Laredo (Texas). Horas antes y tras más de un año de negociaciones, ambos países anunciaban el nuevo acuerdo migratorio que ponía fin a la controvertida política y según la cual, todo cubano que consiguiese pisar tierra estadounidense (pies secos) permanecería en el país de manera legal, con la posibilidad de obtener un permiso de trabajo y al cabo de un año solicitar la residencia. La normativa implicaba también que quienes fuesen interceptados por mar (pies mojados) serían devueltos a la isla.
La decisión es la respuesta a un reclamo histórico de La Habana, que aseguraba que el trato preferencial migratorio a sus ciudadanos era una forma de alentar la migración ilegal. Y es que el régimen de los Castro lleva años intentando frenar un éxodo que en los últimos meses se ha duplicado. De 2015 a 2016 casi 47.000 cubanos llegaron a EE.UU.
«Es un regalo de despedida para Raúl Castro», cargó Tomás Regalado, alcalde de Miami, capital del éxodo cubano. Los lamentos también se escucharon en la sede de Movimiento Democracia, donde consideran que la eliminación de la política es «contraproducente» y «una acción irresponsable de Obama». «Estamos tratando a los inmigrantes cubanos de la misma forma que a los de otros países», se defendió este.
El nuevo acuerdo entre Obama y Raúl Castro, implica también la eliminación del programa «Parole de Médicos Cubanos», que permitía a estos profesionales solicitar asilo en brigadas internacionales. Sin embargo, en este caso, el senador republicano de origen cubano, Marco Rubio, ha insinuado que Trump podría restablecer el programa. «Soy optimista respecto a que la Administración entrante revertirá esta parte de la orden ejecutiva y permitirá que los médicos pidan asilo en consulados y embajadas de EE.UU.», dijo tras reconocer que la política migratoria cubana había dado pie a «abusos crecientes».
En cuanto a la eliminación de la política «pies secos, pies mojados», coincide con la postura de Trump, por lo que no parece probable una reconsideración. El magnate dejó claro que si Cuba no hace concesiones en materia de derechos humanos, revertirá el deshielo con la isla.