«El pueblo americano no sabe lo que le conviene. Yo sí. Sé exactamente lo que necesita… Son como niños pequeños». Con este mensaje inquietante arranca el vídeo que sirve como avance a la quinta temporada de la serie House of Cards. La ficción que retrata a la política estadounidense como un nido de víboras y que ha convertido en un icono al despiadado presidente Underwood vuelve pronto a las pantallas. Su regreso coincide con los peores momentos de Trump. Está bajo sospecha por la sombra de la posible injerencia del Kremlin en las elecciones que ganó.
De momento no hay pruebas, pero sí numerosos indicios, rasgos y conexiones por explorar. Y causan mucho ruido. Tanto que el impeachment (destitución presidencial) ha dejado de ser un escenario dibujado en teorías de la conspiración para convertirse en un posibilidad real (aunque remota). «Yo creo que Putin paga a Trump». La frase fue pronunciada en el 2016 por uno de los líderes parlamentarios de su partido. La ha hecho pública ahora el Washington Post. Y ha causado un nuevo escándalo. El presidente lo despeja diciendo que hay una «caza de brujas» contra él. Debería contratar a los Underwood, que también atacan a la «prensa ruidosa que prefiere centrarse en el pasado en lugar de hablar del presente». ¿Quién distingue ficción y realidad?