Tras el cierre del caso por supuesta violación en Suecia, Scotland Yard dice que debería arrestarle por un delito «menos serio»
20 may 2017 . Actualizado a las 00:50 h.Siete años después de haber abierto una causa por supuesta violación contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange, la fiscalía sueca cerró ayer el caso ante la imposibilidad de que la investigación preliminar avance al no poder llevar a declarar al acusado a Suecia «en un futuro previsible» por encontrarse bajo la protección de la embajada de Ecuador en Londres. La principal fiscal sueca, Marianne Ny, explicó en conferencia de prensa que habían decidido interrumpir la instrucción debido a que «ya no es proporcional» mantener la orden de detención europea.
Ny quiso dejar claro, sin embargo, que el cierre del caso no se debe a que el acusado haya sido encontrado inocente y añadió que la investigación podría ser reabierta si Assange regresa a Suecia antes del 2020. La primera sorprendida por el anuncio fue la representante de la mujer supuestamente violada, quien vio el cambio en la posición de la fiscalía como «un escándalo».
A pesar de la decisión, la policía de Londres dijo que todavía está obligada a arrestar al activista si sale de la embajada ecuatoriana porque todavía está vigente la orden de arresto emitida en su día por la Corte de Magistrados de Londres, en virtud de la solicitud de extradición solicitada por Suecia. Esto se debe a que emitió una orden de detención a Assange una vez que este no se entregara voluntariamente el 29 de junio del 2012.
Con el cambio en la situación del acusado, la policía británica reconoció que busca a Assange «por un delito mucho menos serio». A este respecto, las autoridades británicas no han comentado si han recibido una solicitud de extradición de Estados Unidos por la filtración que hizo de documentos militares y diplomáticos. La primera ministra británica Theresa May se limitó a puntualizar que cualquier decisión relacionada con el futuro de Assange es «una cuestión operativa de la policía».
A las pocas horas del anuncio en Suecia un desafiante Assange aparecía en el balcón de la embajada ecuatoriana diciendo que «no perdonará ni olvidará» los intentos de arrestarlo. El ciberactivista interpretó como una victoria la decisión sueca, aunque menos importante que la puesta en libertad de quien le proporcionó los «leaks», Chelsea Manning, después de siete años de prisión. Por el momento, el fundador de Wikileaks opta por permanecer en la embajada. Uno de sus abogados anunció que volverá a pedir asilo en Francia.