Biden condiciona el apoyo a Israel a «cambios» en la ayuda humanitaria

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Un gazatí llora junto a los cuerpos de sus hijos en Rafah.
Un gazatí llora junto a los cuerpos de sus hijos en Rafah. Mohammed Salem | REUTERS

La oposición reclama elecciones en septiembre para desbancar a Netanyahu

05 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El apoyo de Estados Unidos a Tel Aviv se tambalea. La Administración de Joe Biden reclamó ayer al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que los ataques a la ayuda humanitaria, así como su obstaculización, deben parar para que Washington mantenga su política con respecto a la guerra contra Hamás en Gaza. Un aviso que, además, casa con el reclamo de la oposición de convocar elecciones el próximo septiembre para que el actual Ejecutivo hebreo no siga en el poder.

Netanyahu se queda contra las cuerdas. La llamada que recibió de su homólogo estadounidense ayer fue especialmente severa, según fuentes cercanas al caso citadas por Al Yazira. En ella, Biden le recriminó el ataque contra el convoy de World Central Kitchen en el que murieron siete trabajadores para advertirle que el apoyo de EE.UU. a la guerra contra Hamás dependerá de las acciones «concretas» que el primer ministro tome respecto a los trabajadores humanitarios y la protección de los civiles hacinados en Rafah. El demócrata le insistió en que «un alto el fuego inmediato es esencial para estabilizar y mejorar la situación humanitaria y proteger a los civiles inocentes» y le demandó que diese capacidad a su delegación en El Cairo para negociar la liberación de los rehenes de una vez por todas.

«El cien por cien de la población de Gaza necesita ayuda humanitaria y quienes la proporcionan lo hacen poniendo en grave peligro sus propias vidas. El incidente de World Central Kitchen (WCK) no fue el primero, pero debe ser el último», recriminó en rueda de prensa el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, que vino a confirmar de manera velada que el último envío de proyectiles a Tel Aviv realizado hace dos días por valor de 18.000 millones de dólares será el último si la Casa Blanca no ve «los cambios que necesita» para hacer la guerra a Hamás sin que los civiles sean masacrados o condenados a la hambruna extrema.

Todo ello mientras Irán continúa sus amenazas de atacar suelo israelí en represalia por el asesinato de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en el consulado de la república persa en Damasco. Netanyahu respondió directamente al régimen de los ayatolás para avisar: «Sabremos defendernos y actuaremos según un principio simple: responderemos a todos aquellos que nos hagan o planeen hacernos daño».

Reclamo de elecciones

Tras días de protestas en Jerusalén por la falta de atención que Netanyahu ha dedicado a la liberación de los rehenes y al desplazamiento forzado de miles de familias que residían en la zona fronteriza con Gaza, el ex primer ministro y miembro del Gabinete de emergencia creado a raíz de la guerra, Benny Gantz, reclamó el cese del actual jefe del Ejecutivo israelí al considerar, como los miles de manifestantes, que es responsable no solo del dolor de estas familias, sino de la situación de inseguridad creada a raíz de los ataques del 7 de octubre, empeorados por la intervención de Hezbolá en Líbano y los hutíes de Yemen.

«Debemos acordar una fecha para las elecciones en septiembre, aproximadamente un año después de la guerra. Esa fecha nos permitirá continuar el esfuerzo militar y, al mismo tiempo, mostrar a los ciudadanos de Israel que pronto renovaremos su confianza en nosotros», indicó en una rueda de prensa televisada. El Likud, principal partido del Gobierno, le respondió: «Unas elecciones ahora conducirían inevitablemente a la parálisis, la división, daños a los combates en Rafah y daños a la posibilidad de un acuerdo de rehenes».

Este acuerdo está estancado por las diferentes exigencias que reclaman Hamás e Israel, y la mediación de Catar, que ya consiguió hace meses un primer alto el fuego, parece inservible. Por otro lado, los socios ultras del primer ministro, capitaneados por Itamar Ben Gvir —Seguridad Nacional— y Bezalel Smotrich —Finanzas—, demandan que no se haga ningún trato con el Movimiento de Resistencia Islámica porque Gaza solo puede existir como parte de Israel mediante su colonización y ocupación ilegal.

Israel cancela los permisos de sus soldados por temor a un ataque del régimen iraní

M. Pérez.

Madrid / Colpisa

El Ejército israelí ha cancelado los permisos y las vacaciones de sus tropas ante el temor de que Irán inicie un ataque en respuesta a la destrucción de su consulado en Damasco. La decisión fue anunciada este jueves después de que las Fuerzas de Defensa realizaran una evaluación de riesgos y tomaran nota de las amenazas de Teherán.

El Líder Supremo, Ali Jamenéi, advirtió el miércoles de que Israel será «abofeteado» y abocado a la «destrucción» mientras en las calles se repiten los llamamientos a «vengar» el bombardeo con misiles que mató a siete miembros de la Guardia Revolucionaria, entre ellos su jefe de operaciones en Siria.

La inteligencia israelí todavía no sabe qué camino tomará su rival. El Gobierno de Benjamin Netanyahu ha reforzado el nivel de protección de sus embajadas y de otras instalaciones judías en el extranjero ante la eventualidad de que el régimen iraní no ataque directamente a Israel, pero sí sus intereses.