Actualmente se mantienen los diez fijos situados en la red lucense
13 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La Dirección General de Tráfico no tiene previsto colocar ningún radar de tramo en la provincia de Lugo. En los últimos días decenas de conductores dieron cuenta de diversas instalaciones en la A-6 en el tramo comprendido entre A Campiña y Rábade, que les hicieron pensar en que se trataban de este nuevo control de velocidad, sin embargo, el jefe provincial de Tráfico, señaló que no había ningún proyecto de estas características en la provincia lucense.
La entrada en servicio del radar de tramo existente en un túnel próximo a Ferrol hizo pensar a muchos conductores que pronto llegaría este tipo de control a la A-6, la autovía con más tránsito en la provincia de Lugo. Algunos comprobaron los trabajos de colocación de cajas y de cámaras en dos pórticos metálicos de A Campiña y Rábade, por lo que pensaron que el nuevo sistema también se implantaba en la provincia de Lugo.
Todo apunta a que los aparatos colocados recientemente en los citados lugares son cámaras de vigilancia y control del tráfico. Hasta ahora estaban colocadas preferentemente en los enlaces más importantes.
«Actualmente, ni se está instalando radar de tramo alguno, ni presupuestariamente está contemplada colocación en la provincia de Lugo», señaló Gonzalo León, jefe provincial de Tráfico.
Actualmente en la red viaria lucense funcionan un total de diez radares fijos, según hace constar en su página web la Dirección General de Tráfico. La A-6, el vial con mayor circulación de toda la provincia, tiene cuatro. Están situados en los puntos kilométricos siguientes: 435, 452, 470, 519 y 529.
También hay instalaciones para el control de velocidad en la LU-541, en el kilómetro 14; en la LU-862, en el 92; en la N-120, en el 533; en la N-540, en la 41 y en la N-634, en el punto kilométrico 614.
Solo 10 kilómetros más
Además, el subsector de Tráfico de la Guardia Civil, con destacamentos en varios puntos de la provincia, dispone de radares móviles. Frecuentemente, los vehículos son situados en los tramos más conflictivos. Los resultados de estos controles son, en ocasiones, preocupantes puesto que las velocidades contabilizadas superan ampliamente a las permitidas. También resulta curioso para diversos expertos en cuestiones de seguridad vial consultados ayer que los radares fijos de la A-6 aún estando convenientemente anunciados siguen captando diariamente numerosos vehículos que pasan con una velocidad superior a la permitida.
De todos modos, algunos conductores significaron que estos radares estaban ajustados para no permitir una velocidad superior a los diez kilómetros sobre la máxima permitida. Recordaron que el que está colocado en la bajada de Parga, en la Autovía del Noroeste, por ejemplo, salta a los 131 kilómetros y que, a diferencia de lo que sucede con otras administraciones hay una gran agilidad en la tramitación. Los conductores infractores reciben en muy pocos días la comunicación de la sanción que han de abonar.