Desde que empezó la actual campaña, los arqueólogos han tenido ocasión de desenterrar además seis cuentas de collar elaborada con conchas de molusco del género Dentalium, del mismo tipo que las que fueron halladas en el mismo yacimiento en los últimos años.
A las primeras piezas de esta clase, halladas en el 2008, la medición con carbono 14 les asignó una antigüedad de 17.000 años. Durante un tiempo gozaron de la categoría del objeto de adorno más antiguo conocido en Galicia. Pero poco después fueron destronadas por un colgante elaborado con un diente de carnívoro localizado en el yacimiento de Cova Eirós (Triacastela), datado en 26.000 años y encuadrado en la cultura gravetiense.
El hallazgo de estas piezas reviste un especial interés, ya que en los yacimientos paleolíticos gallegos se han encontrado hasta ahora poquísimos objetos de carácter artístico u ornamental. Además de los citados casos de Becerreá y Triacastela, solo se conoce un colgante de piedra localizado hace años en el yacimiento de Férvedes -en el municipio de Xermade-, que los expertos han encuadrado también en la cultura magdaleniense, aunque no lo pudieron datar con más precisión.