El Crismón de Quiroga será el emblema del Museo Diocesano

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

La reforma de las instalaciones dará protagonismo a la pieza paleocristiana

03 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde comienzos de junio, en la iglesia de la parroquia de A Ermida -donde fue descubierta la pieza en 1887-se exhibe una réplica del célebre Crismón de Quiroga que se mostró el año pasado en Santiago en la exposición Gallaecia Petrea. En el auditorio municipal quirogués puede verse otra copia desde el 2002. El original se encuentra desde 1925 en el Museo Diocesano de Lugo, pero los responsables de esta institución consideran que hasta ahora no se le dado toda la importancia que merece y pretenden conferir más protagonismo a esta valiosa muestra de arte paleocristiano, considerada como una de las más notables de la Península. El delegado de patrimonio histórico de la diócesis, César Carnero, señala que la idea es «hacer del crismón el símbolo del museo, por tratarse de una pieza emblemática y de un valor excepcional».

Por una parte, el proyecto de reforma que se está llevando a cabo actualmente en el museo prevé darle a la pieza una nueva ubicación, porque se considera que la vitrina en la que se muestra al público desde hace varios años -en el triforio de la catedral lucense- no es el soporte más adecuado para un elemento de tanto valor.

Posición horizontal

Aparte de situarlo en un lugar preponderante, se estudia mostrar el crismón no en su actual posición vertical, sino horizontal, más acorde con el uso que la mayoría de los investigadores creen que tuvo esta pieza. «El arqueólogo que lo descubrió, Helmut Schlunk, pensaba que originalmente sirvió como mesa y eso es lo que opinan también otros expertos que lo estudiaron», apunta Carnero. Su función, según estas teorías, fue probablemente la de sostener el pan y el vino en la liturgia y quizá también los donativos que daban los fieles para ayudar a los pobres.

Por otro lado, además de mejorar las condiciones de visibilidad, el museo ofrecerá una información mucho más detallada sobre el célebre disco de mármol y su importancia histórica como uno de los testimonios más antiguos de la propagación del cristianismo en el noroeste ibérico. En la actualidad, la vitrina que lo guarda solo está acompañada por una escueta nota que indica su nombre y su cronología: «Segunda mitad del siglo IV - Primera del V». Los responsables del museo estudian también utilizarlo de forma habitual como logotipo de la institución. En la web oficial del museo ya está cumpliendo una función parecida.

En la nueva instalación, asimismo, el crismón se expondrá seguramente junto con las demás muestras de arte cristiano antiguo que se conservan en el museo diocesano. Se trata de una serie de fragmentos marmóreos procedentes del famoso santuario de Santa Eulalia de Bóveda y los restos del llamado Cancel de Saamasas, un relieve de cronología incierto, que los expertos datan entre los siglos VI y IX.

Por ahora, sin embargo, no se puede decir cuándo se expondrá el crismón en las nuevas instalaciones, ya que la reforma del museo puede tomar otro rumbo y no hay una fecha fija para su conclusión. «Los trabajos ya están en marcha hace tiempo y se están revisando y restaurando muchas piezas, pero hace poco apareció una novedad que puede hacer que se replantee el proyecto y no sabemos exactamente cuándo podrá terminar», indica César Carnero.