La imagen que puede verse junto a estas líneas es uno de los más antiguos rastros de fauna que se conservan en la sierra de O Courel. La forma circular de del centro de la fotografía es un fósil de arqueociato, un tipo de animales de pequeño tamaño que vivieron en el periodo Cámbrico inferior, entre hace 530 y 515 millones de años. Estos restos fosilizados se encuentran en unas rocas calizas situadas en las cercanías de la localidad de Visuña. La imagen fue tomada por el biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira, que también localizó fósiles de este tipo en las proximidades de Paderne.
La existencia de estos rastros fósiles del Palezoico en la sierra de O Courel no es algo desconocido. Los geólogos Thilo Bechstädt y A. Russo ya los mencionaron en un estudio publicado en 1993 en la Revista de la Sociedad Geológica de España, que por otra parte no tuvo mucha difusión fuera del ámbito científico. Estos investigadores señalaron la presencia de fósiles de arqueociatos y de calcimicrobios -otros animales del mismo periodo geológico- en Visuña, Moreda y el monte en el que se asienta el arruinado castillo de Carbedo.
Pese a que el referido estudio data de hace dos décadas, la presencia de estos fósiles en la zona sigue siendo muy poco conocida y apenas existen imágenes de ellos. Según indica Guillermo Díaz, reconocerlos no resulta fácil debido a su pequeño tamaño -de pocos centímetros- y al hecho de que no contienen huellas de conchas, huesos u otras estructuras que llamen especialmente la atención. Normalmente presentan la forma de círculos, que a veces sobresalen en la roca como una especie de pequeños tubos. Los arqueociatos eran unos animales marinos de forma cilíndrica o cónica que algunos investigadores incluyen entre los poríferos o esponjas, aunque para otros son un grupo separado. Vivieron por todo el planeta durante un periodo que duró entre diez y quince millones de años.