Los vecinos llevaban cuatro meses esperando que el árbol fuese talado
08 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La caída de un pino de unos quince metros de alto propvocó importantes destrozos en el recinto del santuario de Cadeiras, en Sober. Ocurrió durante la madrugada del jueves, pero hasta ayer no trascendió. El suceso no afectó al edificio del santuario, pero sí a las casetas de piedra que cobijan cada año a los participantes en la tradicional romería del 8 de septiembre.
El árbol no se rompió, sino que se levantó desde la raíz y cayó sobre el muro de piedra de cerca de tres metros de altura que cierra por el sur el recinto. El peso del tronco y las ramas aplastó dos metros del muro y toda la esquina en la que se unen las dos filas de pendellos de piedra. En la zona afectada quedaron destrozados tanto el tejado y su estructura de madera como las columnas de piedra que lo sostenían. También se vino abajo la mitad del palco de la fiesta.
Los vecinos se lamentan de su mala suerte. Ese pino tenía que haber sido talado el pasado mes de octubre. «Ía nun lote doutros case setenta que foron cortados hai catro meses», contaba ayer junto a los escombros Manuel González, el presidente de la asociación de vecinos de la parroquia de Pinol que organiza la romería anual de Cadeiras. Aquella tala se hizo porque las raíces de algunos de esos árboles estaban levantando trozos de la carretera que bordea el santuario. Pero este pino en cuestión se libró porque estaba un poco separado del resto. Los vecinos insistieron en que lo cortasen porque era un peligro en un lugar como este, situado sobre el cañón del Sil y muy expuesto al viento, pero el maderista les dio largas. Hasta hoy.
Entre «Petra» y «Qumaira»
El árbol cayó en algún momento de la noche del miércoles al jueves, debido a los fuertes vientos que soplaron en esa zona justo al final de la tormenta «Petra» y poco antes de que llegase la ciclogénesis «Qumaira». No hay casas cerca, así que los vecinos lo vieron a la mañana siguiente. Ayer avisaron al Ayuntamiento. El alcalde Luis Fernández Guitián visitó el lugar y anunció que hablará con el obispado para evaluar el alcance de los daños y estudiar su reparación.