El dolmen recién hallado en Vilatán es la segunda estructura de este tipo que se documenta en de O Saviñao. Con anterioridad solo se conocía el dolmen de Abuíme, en la parroquia del mismo nombre, que está desprovisto desde hace muchos años de su cubierta. En tiempos recientes se localizó en una casa en ruinas de la localidad de Vilasante una piedra ahuecada para servir de abrevadero que pudo proceder de este dolmen y que ahora está guarda en el edificio del auditorio municipal. En otros lugares del municipio están catalogadas numerosos mámoas, es decir, estructuras tumulares recubiertas de tierra.
Los monumentos prehistóricos de este tipo -sobre todo cuando son especialmente llamativos, como el de la Leira da Rapada- suelen estar asociados a las típicas leyendas de mouros y otros personajes de la mitología popular, pero por ahora no se ha podido documentar ninguna tradición oral relativa a esta estructura lítica. «Seguramente algo tiene que haber en ese sentido, pero de momento no pude encontar a nadie que conozca leyendas tradicionales relacionadas con este lugar», señala Iván Álvarez.
Lo único que recuerdan los vecinos a los que pudo consultar el arqueólogo es que el dolmen era utilizado ocasionalmente como refugio contra los chaparrones. «En esta zona se cultivaba centeno en otros tiempos y por lo que se cuenta, parece ser que la gente que andaba entonces por aquí usaba esta estructura para guarecerse cuando los sorprendía la lluvia en medio de la labor», explica.