Derrumbe con vistas al pasado en una vieja casa de Pantón

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

PANTÓN

CARLOS RUEDA

La caída de una fachada deja a la vista el interior de una vivienda tal como lo dejaron sus dueños cuando emigraron hace décadas

07 mar 2014 . Actualizado a las 15:02 h.

En la parroquia de Deade, en el municipio de Pantón, llama la atención la presencia de una antigua vivienda que se ha quedado prácticamente sin fachada. Aunque a primera vista puede parecer que el estrago es una consecuencia de los últimos temporales, en realidad viene de bastante tiempo atrás. El alcalde José Luis Álvarez señala que el desplome se produjo hace aproximadamente un año. Desde entonces -explica- poco se ha podido hacer para mejorar la situación del inmueble.

El principal problema, según el regidor, es que la casa lleva abandonada muchos años y el Ayuntamiento no ha podido localizar todavía a ningún familiar directo de los antiguos propietarios.

En el municipio -señala Álvarez- viven algunos parientes lejanos de la familia que habitó en tiempos esta vivienda, pero no tienen ningún vínculo con la propiedad. «A xente que viviu na casa marchou para fóra hai moito tempo e desde entón ninguén reclamou a propiedade do inmoble», añade. Desde que se desplomó la fachada, lo único que pudo hacer el Ayuntamiento es retirar las piedras que cayeron sobre el camino público que corre al pie del edificio.

Viejos retratos aún colgados

Que la casa lleva mucho tiempo abandonada es algo que se pecibe fácilmente al observar desde fuera una sala que quedó al descubierto al caer la fachada. En el interior se ven algunos muebles, cortinas, viejos retratos colgados en la pared e incluso algunas piezas de ropa en un perchero. Da la impresión de que la vivienda sigue en el mismo estado en que quedó cuando sus dueños salieron de ella por última vez hace décadas.

José Luis Álvarez indica que en el municipio hay otras muchas casas en una situación parecida -es decir, cerradas hace muchos años y sin que se sepa bien quiénes pueden ser sus actuales dueños- aunque su grado de ruina no sea tan avanzado. «Se nin sequera sabemos de quen pode ser hoxe a propiedade, é pouco o que podemos facer», concluye el alcalde.