La investigación judicial sobre Alcor lleva más de un año en marcha

Carlos Cortés
CARLOS CORTÉS MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

El abogado del gerente sostiene que las acusaciones son "evanescentes"

20 oct 2015 . Actualizado a las 19:34 h.

Una denuncia presentada en septiembre del 2014. Ese es el origen de la investigación judicial que ha sacudido a la empresa monfortina Alcor Seguridad, con la detención de su gerente y dos cargos intermedios de la firma en Asturias más y el registro de sus oficinas centrales por parte de la Policía Nacional. Los tres han sido puestos en libertad después de ser interrogados en el juzgado, pero la investigación sigue en marcha.

«Todo es evanescente, es uno de los casos más cómodos que me ha tocado defender», aseguraba ayer aparentemente confiado Javier Gómez de Liaño. Este letrado madrileño, muy conocido porque fue juez de la Audiencia Nacional y por su reciente papel como defensor de Luis Bárcenas, es el abogado de Carlos Somoza Fouces, gerente y alma máter de Alcor desde la fundación de esta empresa en el año 2009.

El aparente optimismo de su abogado contrasta con el hecho de que su cliente pasase todo el fin de semana retenido en comisaría, con la Policía estirando cerca del límite el plazo máximo de 72 horas de detención. Puede parecer chocante que después de eso ni siquiera la Fiscalía se opusiese a la puesta en liberta de Carlos Somoza. Pero puede suceder que la Policía prolongase el tiempo de detención ante la creencia de que el imputado podía aprovechar una salida rápida de comisaría para alterar pruebas.

Algo más de suerte tuvieron los dos empleados de Alcor, con puestos de responsabilidad en Asturias y Canarias, que fueron detenidos también el viernes. Ellos fueron llamados a declarar en el juzgado monfortino el domingo, así que quedaron en libertad un día antes que su jefe.

En esta operación no han tenido participación directa los agentes adscritos a la comisaría de la Policía Nacional de Monforte, más allá de la labor de custodia de los detenidos durante el tiempo que permanecieron en los calabozos y en su traslado al juzgado. Pero contra lo que trascendió en un primer momento, su trata de una investigación que nació en Monforte y que está siendo dirigida por un juzgado local, el número dos. Lo que sucede es que el juzgado recurrió a la unidad de la Policía Nacional que se dedica específicamente a la supervisión de las empresas que operan en el sector de la seguridad privada.

«Todo es evanescente, es uno de los casos más cómodos que me ha tocado»

Javier Gómez de Liaño