Batalla campal entre jóvenes payos y gitanos a la salida de una pulpería de Lugo durante el san Froilán
LUGO CIUDAD
Tres personas resultaron con heridas en la pelea, que comenzó sobre las siete de la tarde y duró cerca de una hora
14 oct 2012 . Actualizado a las 14:49 h.Lo que, según algunas versiones, comenzó con una discusión en un paso de cebra entre tres peatones y el conductor de una furgoneta, acabó en una batalla campal con palos. En ella hubo al menos tres heridos, dos con brechas en la cabeza y otro en un brazo y varios identificados. No hubo detenidos ni finalmente presentaron denuncias. Los incidentes duraron cerca de una hora y finalizaron cuando se presentaron en el lugar varios coches policiales.
Otras versiones apuntan a que no fue un problema relacionado con tráfico, sino que podría estar vinculado con unas palabras que los jóvenes de Baralla y de O Corgo dirigieron a una mujer de etnia gitana. Inmediatamente reaccionaron sus familiares y amigos, que se sumaron a los incidentes.
Insultos y amenazas
Según testigos presenciales, el conductor de la furgoneta, de etnia gitana, se bajó con una estaca en la mano y arremetió a golpes contra los cuatro amigos que salían de una pulpada. Ellos consiguieron sacarle el garrote y se defendieron. Inmediatamente empezaron a aparecer refuerzos para el conductor, mujeres y niños y hubo carreras calle arriba y calle abajo, con insultos mutuos y amenazas. Además de los palos emplearon cascotes que arrojaron desde un piso próximo a la calle en apoyo del bando del conductor.
Algunas personas aseguran que en el fragor de la batalla alguna mujer llegó a utilizar un espray para matar moscas para tratar de reducir a los integrantes del bando contrario. También volaron zapatos.
Cuando empezó a llegar la policía comenzó a despejarse el lugar y los jóvenes de uno de los bandos desaparecieron, junto con la mayor parte de los palos. Los policías recogieron, sin embargo, algunos del suelo como pruebas.
Algunos propietarios de coches aparcados en la zona en la que se desarrollaron los incidentes temían que estos sufrieran algún daño en el fragor de la batalla.
La pelea congregó a los vecinos de la zona que presenciaron las carreras y los palos durante el tiempo que duraron los enfrentamientos.