Comerciantes, vecinos y caminantes discrepan sobre la peatonalización del puente romano
06 mar 2013 . Actualizado a las 07:05 h.La posible peatonalización del puente romano de Lugo divide a la ciudadanía. Quedó patente en el pleno celebrado el lunes, en el que PP y BNG votaron juntos para que el monumento siga abierto al tráfico de vehículos ligeros y transporte urbano en sentido salida de la ciudad, mientras que el PSOE se abstuvo, previsiblemente con la idea de que los informes técnicos darán al traste con la propuesta. Y volvió a quedar claro ayer durante un recorrido por el barrio de A Ponte. De un lado se sitúan los comerciantes -en torno a una treintena- y parte de los vecinos, que aseguran que la medida supondrá «a morte do barrio». Casi todos destacan que serían favorables a la peatonalización si existiese una alternativa para el tráfico rodado que, según destacan, «hoy por hoy no hay». En el extremo contrario están otros vecinos y la mayoría de los caminantes que se acercan al lugar. Con todo, los primeros creen que el puente nuevo, al que llaman «Ponte Branca», en alusión a su color y al exministro de Fomento José Blanco, que financió su construcción, no es la solución. ¿Y arreglar la calle Fermín Rivera? El lunes, el alcalde Orozco «animó» al presidente de la Diputación a financiar la obra. «Iso aínda sería peor, porque a partir da igrexa a estrada estréitase moito e ir polas illas non valería de nada», indicaron.