Las vendedoras de queso notaron una mayor contención en las ventas que en años anteriores, mientras que los panaderos creen que se movieron en parámentos similares
17 mar 2013 . Actualizado a las 16:39 h.Miles de personas acudieron ayer a Friol a la edición número 21 de la Feira do Queixo e do Pan de Ousá, que inauguró la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, junto con el alcalde, Antonio Muiña. En la carpa montada por el Ayuntamiento hubo movimiento durante toda la mañana, algunos problemas para transitar por el abarrote y colas para poder aparcar. La afluencia de visitantes fue muy elevada, aunque las ventas, al menos en los quesos, más contenidas que en ediciones anteriores, según acomentaban algunas de las queseras. Las piezas de queso fresco, curado y semicurado, elaboradas con queso de vaca, se vendieron entre seis y doce euros. Quienes parece que no notaron tanto la influencia de la crisis fueron los panaderos que se mostraban satisfechos de cómo iba la mañana. La pieza de pan de kilo la cobraban a tres euros.