Los que recorren el Camino son cada vez más austeros e invierten menos
28 ago 2013 . Actualizado a las 19:21 h.Las cifras de personas que a estas alturas del año recorrieron el Camiño Francés ya permiten aventurar que el récord de visitantes en un año que no sea xacobeo, está asegurado y superará ampliamente al establecido en el 2012.
El registro es evidente que resulta positivo y confirma que el camino no solo mantiene su tirón turístico, sino que lo ha aumentado de manera considerable. La cruz de esta estadística es que el incremento en número de visitantes no se refleja en un aumento de ingresos.
La realidad es que el aumento de visitantes no supone que se incremente el consumo, más bien todo lo contrario.
El cambio en los hábitos de los romeros se ha detectado en los últimos años y es esencialmente debido a la crisis económica. El descenso de ingresos ha convertido al camino en una excelente opción para pasar unas vacaciones low cost, por eso aumenta el número de turistas, pero la mayoría de los que eligen esa opción para sus días de ocio vienen mentalizados de gastarse lo mínimo posible.
El sector que más ha notado ese descenso es la hostelería, el que más se nutre directamente de esos ingresos. Las terrazas casi vacías en pleno mes de agosto en lugares por los que pasan miles de personas so una vista habitual tanto a la hora del desayuno, como a la del aperitivo de media mañana, comida o cena. Cada vez es más habitual que los clientes soliciten un medio menú -opción que no ofrece casi ningún restaurante en Galicia- o pidan uno para compartir y repartan hasta la bebida.
En lo que compete al sector de los alojamientos, cada vez son más habituales las carreras entre caminantes o ciclistas por llegar a primera hora de la mañana a los albergues municipales y ahorrarse unos euros. Los que se quedan sin plaza, a pesar del cansancio acumulado y las ganas de tomarse un reposo, todavía reúnen fuerzas para recorrer todo el pueblo en el que van a pernoctar para encontrar el establecimiento que les ofrezca la oportunidad de dormir por menos dinero.
El peregrino de clase media que hace unos años no se preocupaba tanto por la economía y al que no le importaba hacer algún dispendio a lo largo de la ruta ha siso reemplazado de nuevo por el romero de los denominados de zapatilla y que mira hasta el último gasto.
contención de gasto en el camino