Este investigador alerta de la gravedad demográfica que viven los concellos de la montaña
20 ene 2014 . Actualizado a las 09:33 h.El profesor Ferras es uno de los mayores especialistas en población que hay en Galicia. Dirige el Grupo de Investigación Socio-Territorial y el Centro de Estudios Euro-Regional Galicia / Norte de Portugal, desde donde analizan pirámides de población y proponen soluciones para evitar la sangría demográfica que vive nuestra comunidad.
-¿A qué se debe que en bastantes concellos de Lugo vivan más hombres que mujeres cuando en el resto de España es al revés?
- Es una anomalía a la tendencia general. En todos los países nacen más niños que niñas pero las mujeres tienen mayor esperanza de vida. En Galicia las mujeres viven más años que los hombres y superan holgadamente los 80 años, con lo cual previsiblemente aumentarán su media de vida en las próximas décadas. Podemos pensar que las niñas que nacen actualmente pueden aspirar seriamente a superar los 100 años en mayor medida que los hombres. Por tanto el hecho de que en 84 municipios gallegos predominen los hombres es una anomalía respecto a la tendencia general; esto es sinónimo de la existencia de importantes flujos de emigración femenina hacia el exterior. Estamos en entornos sociales incapaces de sostener sus recursos demográficos. Las mujeres son las primeras en abandonar el hogar familiar; se marchan en edades tempranas por el escaso futuro que les depara. Esta situación es propia de comunidades rurales en zonas de montaña con roles de dominio patriarcal. Las relaciones de género en las familias suelen ser negativas para la mujer.
-¿Qué consecuencias tiene que los concellos de la montaña tengan esta particularidad?
- Son muy negativas. Podemos considerar que es la antesala del abandono y desaparición de la comunidad. La natalidad se resiente y se produce un envejecimiento a medida que los hombres predominan en la propia comunidad. El patriarcado se fortalece y entramos en un círculo vicioso donde la mujer se ve sobrecargada de trabajo con el cuidado de la casa, de lo varones de la unidad familiar, de cocinar, limpiar, trabajar la tierra, cuidar los animales, etc. hasta el punto de que se generan un aislamiento social y cultural. Esto sucede en municipios envejecidos y mayormente localizados en la montaña. Hay que tener en cuenta que las ciudades se caracterizan por el predominio de las mujeres en su pirámide demográfica frente a las áreas rurales donde sucede lo contrario. El rural tradicional ha sido siempre hostil a las relaciones de género y la situación de la mujer en estas comunidades ha sido de marginación. Sin embargo debemos tener presente que el medio rural ha cambiado y hoy en día podemos encontrar un rural moderno al cual regresan jóvenes de las ciudades con el fin de emprender nuevos estilos de vida ante el incierto futuro laboral que se les presenta en la ciudad. Por ello podemos pensar en una diversidad de ruralidades modernas y tradicionales con relaciones de género muy dispares. Sería interesante investigar la violencia de género comparativamente entre áreas rurales y áreas urbanas actuales antes de hacer afirmaciones generales.
-¿Cómo se revierte esta situación?
- Es preciso contextualizar dicha situación en la crisis demográfica de la sociedad gallega; la cual a día de hoy es incuestionable. El envejecimiento solo se supera con la recuperación de la natalidad y con la capacidad de atraer a los jóvenes. Pero para ello necesitamos un proyecto colectivo de futuro en Galicia; un auténtico plan estratégico que sea capaz de aunar voluntades y fijar objetivos comunes a expensas de la opción política o ideológica. Creo que la sociedad en Galicia a escala local debe recuperar su poder y capacidad de autogestión; y la administración pública, sean los municipios, la Xunta o el Gobierno, deben facilitarlo. Hay que superar las burocracias, facilitar la innovación, la creatividad, la responsabilidad social y ambiental, y, muy importante, atrayendo el interés de los cientos de miles de gallegos y gallegas residentes en el exterior. Los emigrantes y sus descendientes de varias generaciones pueden ser el motor de tracción para avanzar en la superación de la crisis demográfica de Galicia. Son recursos humanos con un potencial en capital social, incluso en capital financiero, que pueden crear redes comerciales y culturales con el exterior. Además de traer nuevos valores, conceptos, mentalidades, innovaciones, etc. El caso irlandés ha sido ejemplar al respecto pues es el país europeo con la mayor renta per cápita y mayor vitalidad demográfica; que al igual que Galicia experimentó una fuerte emigración tradicional y tuvo problemas con las economías rurales de minifundio. La solución no es individualmente en cada provincia o municipio a partir de ocurrencias más o menos mediáticas como «las caravanas de mujeres» o «los cheques bebé» o las «viviendas gratis en pueblos o aldeas de pensionistas». Necesitamos hojas de ruta y planificación estratégica global a nivel de Galicia en conjunto.
-¿La mujer en la montaña emigra con más facilidad?
- Efectivamente es así. La montaña de Lugo es ejemplar al respecto. Pero se relaciona con el «quen manda na casa» y las relaciones de género patriarcales; que además se ven reforzadas por el dominio creciente del número de hombres y por el envejecimiento y perpetuación de mentalidades tradicionales y conservadoras. Es un problema cultural de enorme magnitud que aboca a la comunidad al fracaso vital y a la desaparición.
-¿Por qué en el sur de Lugo hay más mujeres que hombres?
-Sus pirámides muestran un envejecimiento creciente durante las últimas dos décadas; sin embargo a diferencia de la montaña en estos casos se observa que las mujeres son más numerosas que los hombres en las cohortes de más de 65 años. Probablemente estamos ante jubilados que retornan al municipio o comarca de origen o bien al núcleo urbano próximo; e incluso ante comunidades con menos fuerza el patriarcado.
carlos ferras sexto profesor de xeografía humana de la usc
«Se necesita un proyecto colectivo de futuro, no cheques bebé o caravanas de mujeres»