
Un socio expuso su malestar y recordó lo que dicen los estatutos
25 ene 2014 . Actualizado a las 14:58 h.El de ayer fue un día importante para el Círculo de las Artes. La veterana sociedad lucense inauguró sus nuevas instalaciones, que amplían las que ya tenía. Hubo gran número de invitados, muchos de ellos políticos en activo. Y hubo un socio que expresó, en voz muy alta, su malestar porque consideró inaceptable que, mientras cotizantes como él no fueron invitados al acto, hubiese tan amplio muestrario de gentes dedicadas a la política. El alcalde, José López Orozco, que iniciaba su intervención en ese momento, se vio forzado a subir el tono de voz para hacerse oír mientras el socio airado sostenía que el reglamento del Círculo no permite lo que calificó como actos políticos.
La parte nueva del Círculo, de larga gestación, supone un notable cambio para mejor en las instalaciones de la veterana entidad lucense. Y para su presentación contó con lo más representativo de la sociedad lucense. El presidente de la sociedad abrió el acto y le dio la palabra al alcalde, José López Orozco. Iniciaba Orozco su discursillo, previo al paseo por las nuevas instalaciones, cuando, procedente de la puerta que comunica el viejo y el nuevo Círculo, se escuchó tronar la voz de un hombre, que dijo ser socio de la entidad. Parecía seriamente molesto, y el alcalde, sin saber muy bien qué hacer, optó por subir el tono, mientras los asistentes al acto ponían cara de póker.
Decía el socio airado que a él y a otros muchos no se les había invitado a este acto. También que si los políticos querían hacerse la foto, podían hacerla en otra parte. Parecía conocer bien el reglamento de la casa, porque dijo que prohíbe los actos de carácter político que, por lo que se ve, es lo que creyó entender que era en realidad la inauguración.
Algunos de los trabajadores del Círculo se acercaron al socio reivindicativo, y, al igual que otras gentes de la casa, le indicaron que podía quedarse si lo deseaba, pero que dejase proseguir el acto. Terminada la filípica, Orozco concluyó su discurso y comenzó el paseíllo por las nuevas instalaciones. Y en la comitiva había, sí, numerosos políticos, motivo de la queja de un socio que dijo que no fue invitado a la inauguración.