Un matrimonio inglés abre una casa de turismo en plena sierra do Careón
24 ago 2014 . Actualizado a las 06:59 h.«Vinimos hace trece años a Galicia, estuvimos dos semanas, sin para de llover, y nos enamoramos de esta tierra». Así define el matrimonio Kim y Susan Renkin su sentimiento a nuestra tierra. Hasta tal punto ha sido su pasión que desde hace un mes regentan un a casa de turismo rural en plena sierra de O Careón de Palas de Rei, en el conocido como monte de Merlán, a pie del Camino Primitivo.
Fue gracias a un artículo de prensa que leyeron en su ciudad de origen, en Cambridge, por lo que se animaron a venir a conocer nuestro país hace trece años. Hablaba de la Galicia verde y de sus encantos y misterios. Desde esa primera impresión volvieron en otras ocasiones hasta que se animaron a dar el paso e instalarse definitivamente; algo cada vez habitual entre muchos ciudadanos ingleses, que buscan en nuestra tierra la tranquilidad y un entorno natural no muy alejado del suyo natal.
Pero si Galicia tiene verde y lluvia como en Cambridge ¿qué les animó a parar a un lugar tan poco conocido como los montes de Palas? «La calidad de vida, el ritmo tranquilo, la comida, el vino, la paz», señalan en inglés.
Y es que a pesar de que hace cuatro años encontraron la casa que deseaban para vivir y con el fin de crear un pequeño negocio hotelero, su castellano sigue siendo escaso. Se defienden como pueden entre los pocos vecinos que tienen en la aldea donde está situado su casa de turismo, Casacamiño, muy cerca del albergue de peregrinos de As Seixas.
Pero el idioma no ha sido una dificultad para relacionarse con los vecinos ni con los obreros que estuvieron rehabilitando la casa de turismo rural. «Todo el mundo nos ayudó mucho y para los vecinos solo tenemos palabras de agradecimiento, muy atentos, generosos, considerados».
En estos años de reconstrucción de la casa en ningún momento tuvieron dudas sobre si se habían equivocado. «Para nada, al contrario, tuvimos el sentimiento de ser bienvenidos, los vecinos nos traían cosas, nos invitaban, que si lechugas, que si grelos, fue maravilloso».
Tuvieron un hecho afortunado que les ayudó en su integración. En la misma aldea, de apenas cinco casas y alguna deshabitada, se instaló su mejor amigo en estos cuatro años. Se trata de un vecino que compró su casa el mismo mes del mismo año que el matrimonio Renkin y, por casualidades de la vida, vivió durante años muy cerca de sus actuales amigos en Inglaterra, aunque nunca llegasen a coincidir en el país. Ahora, les ayuda con el idioma.
Los Renkin señalan que en Inglaterra no se pueden encontrar aldeas y casas como la que ellos compraron por falta de este tipo de propiedades, pero también destacan que la calidad de vida de Galicia es inmejorable por diferentes motivos. Uno de ellos es la alimentación: «Me encanta la chuleta de ternera, el marisco es súper, el Albariño está buenísimo y el cocido... Yo no puedo hacer un cocido tan rico como el que hacen mis vecinos», sonríe Susan Renkin.
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«Los gallegos no valoran lo que tienen. Todo es precioso y hay calidad de vida»