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«La Voz es un elemento continuo dentro de mi libro por sus interesantes noticias»

Tania taboada LUGO / LA VOZ

LUGO

«De gallegos, tucanes y trabajadores sociales» narra las vivencias y anécdotas del autor en la provincia de Lugo

01 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Alejandro Rodríguez (Gijón, 1979) presentará el 13 de noviembre, en la Librería Balmes, De gallegos, tucanes y trabajadores sociales, una novela que narra el primer contacto del escritor con la provincia lucense y su experiencia laboral en varios municipios. Este diplomado en Trabajo Social refleja en la portada de su primera novela una ilustración de La Voz de Galicia, puesto que es el diario que lee todos los días el protagonista.

-¿Cómo surge la idea del libro?

-Traté de unir mis anécdotas y vivencias personales en Lugo con mi afición, que es la literatura. Cuando llegué a la provincia lucense, fue fascinante. Era una persona enamorada del mar y de los climas atlánticos. Poco a poco me di cuenta de que me estaba enamorando de lo contrario y sufriendo lo que se conoce como el proceso de Ulises. De repente abandoné el mar para ser montañero. Me acostumbré incluso al clima de niebla y lluvia. Ahora me gustan las setas y la montaña. Antes, todo lo contrario.

-La novela, ¿es fruto de una necesidad?

-Es un proceso natural. Había una necesidad o una obligación literaria de estar enamorado de Galicia. Cuando una persona llega para asentar su vida en su sitio, se siente solo y tiene que adaptarse a una cultura. Quise reflejar ese sentimiento en una novela.

-¿Por qué viene usted a Lugo?

-Me traslado de Asturias a Lugo porque mi mujer viene a trabajar a la ciudad de la muralla. Es un impacto emocional, donde rehice mi vida y me adapté. No estaba de turista. Tenía que conocer gente nueva. Estas son las situaciones más interesantes. Un día me levanté y vi que este era mi entorno.

-¿A qué se dedica usted en la provincia lucense?

-Soy trabajador social. En Lugo realicé mis labores en este sector desplazándome por entornos rurales, concretamente, por municipios de la montaña. Tiempos atrás lo hacía por afición a la naturaleza, pero en aquellos momentos lo tenía que hacer por trabajo. Empecé a convivir con la gente del rural y esa experiencia fue maravillosa, no hay dinero que la pague.

-¿Qué descubrió en Lugo?

-Descubrí una forma de vida distinta a unos ritmos diferentes. Supe lo que eran las tranquilidades, ese ?tú siéntate, tómate un café, con calma, sin prisa...?. Era como todo de casa. Antes de esto descubrí que era una víctima. Llegué a la provincia y no me enteraba de sus rutinas. Es algo que hay que aprender. Como vengas de fuera y no domines sus costumbres y sus retrancas, te crujen.

-¿Te costó mucho adaptarte?

-Sí. Descubrí una forma de vida distinta y percibí una realidad dura. Sabía que el pueblo al que tenía que ir se situaba en laderas y buscaba chimeneas para localizar las casas. La única forma era ponerme en el horizonte e intuir. Aquí los pueblos están muy deshabitados y ver esa realidad te condiciona.

-¿Es un libro cargado de retranca?

-Sí. La retranca es algo que tienes que dominar si te quedas a vivir en Galicia.

-La Voz de Galicia tiene un gran protagonismo en su novela, ¿por qué?

- Según llegué a Lugo, me encantaban las noticias de La Voz de Galicia. Había dentro de las grandes y espectaculares informaciones pequeños espacios con una magia y simpatía impresionante. Soy muy lector y esta mezcla de informaciones trágicas y cómicas fue algo que me enganchó mucho de La Voz. Es algo que valoro mucho y que no he visto en muchos sitios.

-El personaje, ¿es lector de La Voz?

- La Voz pasó a ser un elemento continuo dentro del libro por sus interesantes noticias. El personaje todas las mañanas, cuando se levanta, lee una noticia de este periódico.

alejandro rodríguez trabajador social y escritor