El rebrote de covid-19 no sorprende en Vilalba: «Van a la playa y vienen con el virus»

LUGO

Ambiente en Vilalba tras la detección de positivos por covid-19 en la localidad
Ambiente en Vilalba tras la detección de positivos por covid-19 en la localidad ALBERTO LOPEZ

En la capital de A Terra Chá hay respeto, pero no miedo a un repunte de casos tras los cuatro positivos

18 jul 2020 . Actualizado a las 16:44 h.

El Concello de Vilalba llegó a tener 28 casos activos de covid-19 durante el estado de alarma. Semanas después de abandonar ese pico y de ver casi desaparecer los efectos del virus en su territorio, la detección de cuatro casos ha llevado a sus vecinos a revivir aquel escenario. A muchos no les sorprende, creen que las fiestas, las reuniones familiares y las visitas a la playa son inevitables, como lo son también los rebrotes.

«Mires onde mires, en Cataluña, en Euskadi... hai rebrotes. É inevitable que teñas contacto con xente de fora. Non sorprende que pase aquí porque pode pasar en calquera sitio», aseguraba ayer un hombre resguardado del sol bajo un árbol.

«Hay que mentalizarse de que este año tiene que ser así, sin fiestas, sin reuniones de 40 personas, pero el problema es que unos nos mentalizamos y otros no»

En un banco próximo, una señora señala a su perro, que descansa a sus pies, como ejemplo de adaptación a las normas. Cree que la ciudadanía las ignora. «Hay que mentalizarse de que este año tiene que ser así, sin fiestas, sin reuniones de 40 personas, pero el problema es que unos nos mentalizamos y otros no», lamenta. A su juicio, a la gente se le ha olvidado muy pronto que ha muerto mucha gente. «Se van a la playa y luego vienen aquí con el virus. Después dicen ‘qué mala suerte'. Pues no, la suerte que se buscan ellos», concluye.

«Facendo as cousas que nos mandan non tería por que pasar nada», opina otra señora, para la que es necesario compatibilizar la precaución con cierta apertura: «Non podemos vivir nunha burbulla».

El miedo no es la emoción con la que los vilalbeses encajan lo sucedido. Prefieren identificar las primeras sensaciones vividas tras conocer los cuatro positivos con palabras como «cautela» y «prevención». Apelan al equilibrio entre las medidas sanitarias para reducir el riesgo de contagio y las que promueven una reactivación económica. Además, encajan positivamente la decisión del Concello de suspender las actividades al aire libre este fin de semana.

Bandejas vacías

«¿Ves las bandejas? Están llenas. Ayer tuve que sacar más bollería porque no me llegó para toda la mañana y hoy mira, llenas porque no he vendido nada». La camarera de la pastelería Dona Vaniri formulaba de una manera gráfica su respuesta al ser preguntada por el impacto del rebrote en la clientela, quizá más cautelosa que el día anterior, cuando aún no habían aflorado los cuatro casos activos. En cafeterías y bares no tuvieron la sensación de que la afluencia hubiera cambiado de un día para otro, pero sí manifestaron su temor a que estos casos llevaran a un nuevo confinamiento como el de A Mariña.

«A xente ten medo desde que pasou o da Mariña porque estamos moi preto. Nós notamos a falta de clientes das parroquias de por aquí, pero non sabemos se é polos positivos», señalaba ayer José Ramón, del Café Centro. En el bar Cristal recibieron a la misma clientela de siempre: «Se habla mucho del rebrote, pero de quedarse en casa, nada», señaló el gerente.