Un taxista que hace cuatro viajes entre A Coruña y Lugo es el que permite que funcionen dos convoyes que llegan a la estación lucense: El Alvia y el MD
20 feb 2016 . Actualizado a las 14:45 h.Los viajeros, que vayan en tren; los maquinistas, en taxi. Esa es la filosofía que viene aplicando la empresa pública Renfe desde el pasado 1 de enero en la provincia de Lugo. Desde ese día, la empresa paga un taxi para que haga cuatro servicios diarios entre A Coruña y Lugo para transportar a los maquinistas e interventores del Alvia y un Media Distancia (MD). Al menos tres de esos viajes se podrían evitar con una mínima planificación ya que el personal de la empresa tendría la posibilidad de viajar en los trenes que van y vienen entre ambas ciudades prácticamente a la misma hora que los taxis.
En Lugo no hay base de maquinistas ni interventores. Los que van en los trenes suelen ser de A Coruña. Si Renfe no los trae a la estación lucense, los trenes no se moverán.
Para que el nuevo Alvia Lugo-Madrid circule, el maquinista viene de A Coruña en taxi. El tren sale a las 11.10 y algo antes de las 11 llega de la capital herculina el nuevo MD, creado el pasado día 1 para no dejar sin servicio a Guitiriz y enlazar con el Alvia que, desde esa fecha, le fue mutilado el trayecto Lugo-Ferrol. Parece lógico que el conductor del Alvia viniese en ese convoy que entra en la capital lucense a las once de la mañana. No tendría, quizás, tiempo suficiente para preparar el tren de largo recorrido. Una posible solución sería adelantarle ligeramente al A Coruña-Lugo la llegada.
Pero aún suponiendo que técnicamente no fuese posible arrancar el Alvia con quince o veinte minutos de antelación a su partida, y que no fuese viable adaptar el horario del MD, aún habría otra posibilidad que evitaría el traslado en taxi. Otro tren Media Distancia que llega a Lugo cerca de las nueve de la mañana y que es el que permite enlazar en Monforte con un Alvia que va a Barcelona. Algunos ferroviarios consultados ayer indicaron que posiblemente la empresa no eligiese esa opción por cuestiones relacionadas con la jornada laboral.
El taxi que trae al maquinista del Alvia, espera en Lugo a que llegue el Media Distancia de A Coruña (sobre las 11 de la mañana) y recoge a su conductor y al interventor para devolverlos a la capital herculina.
La circulación del taxi (o taxis) vuelve a activarse a media tarde cuando sale otro de A Coruña con el maquinista y el interventor del MD que saldrá a las ocho menos cuarto de la tarde para la ciudad herculina una vez que llegue el Alvia de Madrid. El Media Distancia no arrancará mientras el de Chamartín no llegue para permitir el transbordo de los viajeros.
Y de nuevo se plantea qué hacer con el maquinista del Alvia. En vez de que regrese en el tren Lugo-A Coruña, lo hace en el taxi que anteriormente trajo a su colega para que condujera este convoy. Así, casi a un tiempo, un maquinista va en taxi y el otro llevando un tren que va al mismo destino que el de su compañero.
Ese sistema funciona todos los días. ¿Y cuánto le cuesta ese despliegue a Renfe? Cada viaje de ida y vuelta: 100 euros, como mínimo, sin contar la espera, según explicaron ayer taxistas lucenses. Al día serían 200, si bien posiblemente la empresa obtenga un gran descuento. El Media Distancia que llegó ayer de A Coruña trajo siete pasajeros. Cada billete entre las dos ciudades cuesta 10,45. Echen números y podrán obtener una idea de cómo se gestiona el dinero público.