Dolores González, la abuela de Palas de Rei, celebró su 104 aniversario con sus seres queridos
07 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Fiesta a lo grande ayer en casa de Dolores González. No era para menos, ya que la reina de la casa soplaba sus 104 velas. Aunque el verdadero día de su aniversario fue el pasado miércoles, 3 de febrero, lo celebró ayer por razones de disponibilidad de la familia, ya que muchos de sus miembros residen fuera de Galicia. Dolores vive con su nuera en una vivienda ubicada en la parroquia lucense de Xestrar, en Palas de Rei. Hasta aquí se desplazaron desde Laciana, El Bierzo y León sus dos nietas, sus cuatro bisnietos y su tataranieta Carlota. Por esta última siente una especial predilección y habla con ella todos los días por videollamada. Muchos familiares y amigos acudieron a la celebración de este cumpleaños tan especial.
«Que Dios nos garde a todos», decía Dolores muy emocionada antes de soplar las velas. Y es que entre la reunión familiar por un lado, las visitas de vecinos por otro y la gran cantidad de regalos que recibía, sus ojitos no paraban de brillar. Entre los agasajos se encontraba un ramo de flores, entregado por el alcalde del municipio, bombones, fotos enmarcadas... Uno muy especial y que le causó una gran alegría fue el reportaje suyo que salió en el suplemento Yes de La Voz, en tamaño grande y en papel pluma. «Oxalá cumpra os 105 anos acompañada de toda a familia», decía. La abuela de Galicia, Avelina Mouzo Leis, de Camariñas, tiene 111 años.
El día de ayer fue intenso para la abuela de Palas de Rei. Dolores González se levantó a su hora habitual, pasadas las once y media de la mañana. Como todos los días, se duchó, con ayuda de su nuera, y acto seguido se vistió. Tras atarse sus zapatos y colocarse su pañuelo en la cabeza, bajó a la cocina. Sentada en su sillón esperó a toda la familia, a la que recibió con fuertes besos y abrazos. Comió tortilla francesa y puré de verduras, algo que le encanta, y de postre no pudo faltar su dosis diaria de chocolate. Ayer tocó un huevo kinder. «As galiñas de antes non poñían estes ovos», bromeaba Dolores antes de comerlo.
La abuela de Palas se conserva fenomenal. No toma ningún medicamento y acude al médico solamente para hacer sus revisiones periódicas. El día que tiene cita aprovecha para tomarse un café y un cruasán en la cafetería frente al centro de salud. Mantiene su piel saludable y goza de una gran vitalidad. Siempre trabajó en el campo, algo que le gustó mucho y que recuerda con cariño a pesar de ser una labor muy dura. Ayer, muy nerviosa y emocionada, soplaba, rodeada de un inmenso cariño y calor familiar sus 104 velas.