«He pasado un año horrible, perdí 25 kilos»

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

PORTOMARÍN

José Antonio Bruzos, el lucense al que el Supremo dio la razón tras ser despedido por irse de fiesta estando de baja, asegura que durante el tiempo que estuvo sin trabajar nunca consumió alcohol ni condujo vehículos

18 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A José Antonio Bruzos lo echó a la calle su jefe en el 2014 alegando que, encontrándose de baja por estrés, había acudido a una fiesta popular y había sido visto consumiendo un gin-tonic. Tras un largo litigio, el Tribunal Supremo acaba de dar la razón al empleado, declarando la improcedencia de aquel despido de una empresa donde trabajaba como conductor. Con la sentencia en la mano, él explica que nunca bebió mientras estuvo tomando medicación, que tiene los análisis que lo demuestran, y que nunca utilizó los vehículos oficiales para desplazarse.

-¿Es cierto que consumió alcohol estando de baja?

-En absoluto y dispongo de varias analíticas en las que está claro que siempre tomé la medicación que me prescribieron los médicos durante el año en el que no pude trabajar.

-¿Acudió a una fiesta que se celebró en una parroquia de O Páramo mientras estaba de baja?

-Efectivamente, es cierto que acudí a esa celebración en agosto del año 2014, pero fui como acompañante. En ningún momento conduje el vehículo ni consumí alcohol, como quedó totalmente demostrado. Era la fiesta de Grallás, en O Páramo, organizada por la peña GV, de la que formo parte desde su fundación. Quiero dejar muy claro que durante todo el tiempo que estuve tomando medicación no toqué ningún coche.

-¿Cómo le afectó la baja por estrés?

-La única realidad en este caso es que he pasado un año horrible en el que perdí 25 kilos de peso. Fue una época muy mala de la que, por fortuna, ya salí. Resulta duro sufrir un despido mientras estás de baja y tomando medicación. Es una situación muy complicada de asumir.

-¿Siguió al frente de Protección Civil mientras estuvo de baja?

-Por supuesto, pude cumplir perfectamente con mis obligaciones de responsable de la agrupación de Portomarín. La única limitación que tenía era esencialmente la de no poder conducir vehículos al estar tomando una medicación recetada por un psiquiatra y que era bastante fuerte, por lo que me limitaba para realizar algunas tareas.

-¿Había tenido algún problema con anterioridad en su vida laboral?

-Ninguno que se pueda considerar serio. Puedo decir muy alto que llevo 25 años trabajando en tareas relacionadas con el ámbito del transporte y mantengo los 15 puntos en mi carné de conducir. Más allá de las típicas incidencias que le pueden suceder a cualquier conductor, nunca tuve problemas y mi trayectoria profesional puedo decir muy alto que es intachable.

-¿Qué supuso para usted la sentencia del Tribunal Supremo?

-Por una parte confirmar que yo tenía razón y que nunca cometí ningún tipo de ilegalidad, como ya había quedado de manifiesto en varias sentencias anteriores desde que comenzó el caso. Por otra parte, la sentencia supuso poner el punto y final a más de un año verdaderamente horrible que supuso serios trastornos para mi salud. A nivel económico tuve la fortuna de contar con otros medios para poder hacer frente a tanto tiempo sin percibir un salario.

-¿Cuál será su siguiente paso tras la sentencia?

-Hasta el momento ya pude cobrar todo lo que le reclamaba a la empresa por mi despido, sobre todo horas extras y dietas, tal y como ordenaron los distintos tribunales. Ahora solo me resta por cobrar la liquidación.