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Dos años sin multas para que la pesca se adapte al veto a los descartes

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

La obligación de descartar ya está en vigor para las pesquerías pelágicas, como la de la melva.
CARMELA QUEIJEIRO

Parlamento, Comisión y Consejo llegan a un pacto sobre las nuevas normas

30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tirar por la borda peces que entran en la red se ha convertido, con la aprobación de la nueva Europa Azul, en una infracción tipificada como grave. Un castigo que algunos consideran exagerado para un sector que estaba, precisamente, obligado a lo contrario: a enviar de vuelta al mar todo aquello que no daba la talla, que excedía la cantidad que podía capturar, o que no disponía de cuota para poder alijar la especie. Por eso, a instancias de la Eurocámara, la UE se avino aplicar una suerte de anestesia para afrontar ese giro demasiado radical. Así, en el pacto provisional que ayer cerraron en un trílogo Parlamento Europeo, Consejo y Comisión Europea se recoge una moratoria de dos años en la aplicación de las sanciones a aquellos pescadores que cometan fallos en la aplicación de la obligación de desembarcar todo lo que pesquen.

Ese fue el principal aspecto que destacó ayer el Parlamento Europeo, mientras que el Comisario de Pesca, Karmenu Vella, subrayó la «claridad jurídica» que el pacto traerá para los pescadores.

Clarificación normativa

Una orden y la contraria. El principio de acuerdo sobre el reglamento ómnibus era más que urgente para desterrar las contradicciones de la política pesquera común. No en vano la obligación de desembarque, principal novedad de la Europa Azul ya vigente, está en vigor desde el pasado 1 de enero, aunque solo para las pesquerías pelágicas. Esa norma convive todavía con otras que alientan el descarte. En concreto son ocho reglamentos los que hay que derogar o modificar y que afectan tanto a las medidas técnicas, como a las normas sobre composición de las capturas, como a los tamaños mínimos...

Informe anual

«Detector» de dificultades. Otra de las medidas que destaca el ponente del informe en la Eurocámara, Alain Cadec, también presidente de la Comisión de Pesca, es el compromiso de realizar un informe anual a partir de los datos que remitan los Estados miembros para evaluar la calidad de la implantación del veto a los descartes e ir corrigiendo las dificultades.

Mercado negro

Vigilancia para prevenir las ventas paralelas. Con el nuevo reglamento, la talla mínima de desembarque (TMD) pasará a ser las tallas mínimas de referencia para la conservación (TMRC). Dos nombres distintos que denotan el trato radicalmente distinto que a partir de ahora habrá que dar a los pezqueñines. Antes, no podían desembarcarse. Ahora, al revés, tendrán que descargarse del pesquero, solo que no podrán venderse para consumo humano. Precisamente, en el trílogo de ayer se acordó establecer mecanismos para evitar que eso que debe ir para harina se comercialice y se forme un mercado negro con los pezqueñines que ahora se descargarán en los muelles.

Diario de descartes

Exentas, las embarcaciones menores. En el trílogo se acordó excluir a los pescadores artesanales de la obligación de llevar un listado de especies capturadas y desembarcadas. Se tendrán que contabilizar las capturas y, en especial, aquellas que deberían ser descartadas.

Estiba

Por tamaños. Del reglamento también se ha retirado la disposición que pretendía que las capturas que no diesen la talla se estibasen en el barco en cajas diferentes y completamente separadas del resto de las capturas.

Ahora, el texto tendrá que ser sometido al pleno de la Eurocámara en abril y sometido a la aprobación del Consejo.