Emplaza de nuevo al Gobierno español a defender los intereses de los afectados ante el país nórdico
09 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado mes de mayo, a instancias del PSdeG, el Parlamento gallego aprobó una iniciativa en la que instaba al Gobierno a reclamar ante Noruega el reconocimiento de las pensiones de más de 8.000 marineros enrolados en buques de su pabellón. Pero las gestiones no han arrojado grandes resultado, pues la Cámara autonómica aprobó ayer una nueva proposición, esta vez del BNG, en la que se vuelve a emplazar al Gobierno español a defender ante Noruega los intereses de los afectados e interponer la corresponde demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Durante el debate de la iniciativa, que fue aprobada por unanimidad, la diputada nacionalista Montse Prado denunció la «situación de desamparo» en la que se hallan los marineros a los que Oslo no le reconoce el derecho a pensión, pese a que pagaron impuestos como trabajadores en activo en aquel país.
Admitió que la Xunta carece de potestad para interponer una demanda ante el Tribunal de Estrasburgo con el fin de que se reconozcan sus derechos, pero advirtió de que el Gobierno gallego puede implicarse «dunha maneira efectiva», exigiéndole al Ejecutivo central que defienda a este colectivo a nivel internacional.
«Estes mariñeiros tiveron que defenderse sós ante o pasotismo do Goberno galego e do Estado», objetó a su vez Carmen Santos (En Marea), que al igual que el PSdeG le dio su apoyo a la iniciativa del BNG. También lo hizo el PP, a través de Carlos López Crespo, quien negó que su partido abandonara a la asociación Long Hope. Es más, dijo que el Gobierno español va a estar siempre a su lado, interviniendo frente a Noruega, si fuera necesario, cuando concluyan las acciones individuales de los propios marineros.
Contactos con Exteriores
El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, se reunió el pasado martes con representantes de este colectivo, junto a los senadores Vanessa Angustia (En Marea) y Miguel Fidalgo (PP), y se comprometió a trasladar su reivindicación a Oslo.