Las previsiones demográficas anticipan un notable aumento de la esperanza de vida y, con él, una demanda asistencial inabarcable. Soluciones como la telemedicina dibujan un nuevo escenario en el que la tecnología adquiere un nuevo papel.
18 may 2016 . Actualizado a las 02:45 h.El futuro es de los mayores. Lo dice el Instituto Nacional de Estadística en sus últimas proyecciones: el número de personas con más de cien años se habrá multiplicado por cuatro en el 2030. Además, si se mantiene la tendencia demográfica actual, en el 2064, por cada persona que trabaje habrá otra que no lo haga. El número de dependientes se doblará y la pirámide poblacional se invertirá poco a poco. Menos nacimientos. Y más longevidad. Que las previsiones nos concedan más tiempo en este mundo puede sonar alentador. Pero, ¿qué calidad de vida llevarán las personas que sobrevivan al siglo? «Cada vez será mayor la demanda asistencial en patologías psiquiátricas -indican desde el grupo de investigación universitario RNASA-IMEDIR del Instituto de Investigación Biométrica de A Coruña-. Y lo mismo sucederá en otros escenarios de enfermedades crónicas o pacientes con dolencias de larga duración». Ante este panorama, ¿es sostenible el sistema sanitario actual para cubrir esta demanda?
La solución se perfila en forma de tecnología. Según estimaciones de la consultora CapGemini, la telemedicina moverá la próxima década más de 230.000 millones de euros. Más datos: un estudio de Telefónica y la Escuela de Negocios IESE revela que el 70 % de los enfermos crónicos y el 80 % de los médicos estarían dispuestos a recurrir a la biomedicina y un informe de Accenture revela que el 96 % de la población considera que cada paciente debería poder acceder a su historia clínica electrónica. Caminamos, por tanto, hacia un nuevo escenario, en el que el paciente tendrá el control absoluto sobre su salud y dispondrá de recursos al alcance de su mano para monitorizar su actividad física, controlar sus propios datos biométricos o recibir asistencia sanitaria sin necesidad de acudir físicamente a una consulta médica.
La telemedicina -la aplicación de las tecnologías de la información al ámbito de la salud- se traduce en nuevas relaciones entre médico y paciente, concretadas en servicios inteligentes como CloudPatient, un sistema de gestión en la nube financiado con fondos europeos, gestionados y cofinanciados por la AGI de la Xunta y el CDTI, que desarrolla desde hace dos años el grupo RNASA-IMEDIR en colaboración con SIVSA, Aldaba soluciones informáticas e Intellectia bank.
El enfermero en casa
CloudPatient es una plataforma web en la que los usuarios pueden gestionar, en primera persona, sus datos médicos. Este servicio está enriquecido con diferentes aplicaciones móviles, que funcionan como herramientas complementarias ideadas para perfiles concretos, como personas mayores o pacientes con problemas mentales, pero perfectamente válidas para completar datos del usuario común. Lo hacen integrando diferentes dispositivos biosensores, como pulseras cuantificadoras de ejercicio físico, básculas, tensiómetro o glucómetro. Pastilleros que envían alertas al móvil si el paciente se olvida de tomar una pastilla, geolocalizadores para personas con Alzhéimer, registros de las actividades con las que ocupan el tiempo las personas con trastornos mentales o sensores del estrés, a través de dispositivos de muñeca que se sincronizan con la plataforma son algunas de las prestaciones concretas de esta herramienta que, poco a poco y de forma automática, va alimentando un archivo de salud de sus usuarios.
Pero este servicio de factura gallega es mucho más que un registro de información. Con toda estos datos en su poder, propone al paciente pautas de actuación saludables con el objetivo de mejorar su calidad de vida. «Aunque se han desarrollado en detalle tres escenarios (mayores con enfermedades crónicas, niños con trastorno del espectro del autismo y enfermos mentales) el sistema puede ser utilizado por cualquier persona preocupada por sus datos de salud -explica Javier Pereira, uno de sus responsables-. La plataforma se conecta con datos de la receta electrónica, de la historia clínica de sistemas externos y con datos de wearables para proponer actuaciones específicas de mejora de hábitos saludables».
El proyecto, coordinado por Alejandro Pazos, está llevando a cabo una prueba piloto en el ámbito de la salud mental en el Hospital de Día de Ferrol. No es la primera incursión práctica. CloudPatient ya ha sido testado en el Centro de Día de la Cruz Roja para el área de mayores y ha contado con la colaboración de AUpa, Aspronaga y Aspanaes para el apartado dirigido a pacientes con discapacidad intelectual y autismo. Esta semana arrancará un nuevo ensayo en la residencia de mayores de Geriatros de Oleiros.