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El Xancarajazz apaga la música

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

El local cierra definitivamente sus puertas tras siete años de actuaciones en vivo que suman más de mil conciertos

29 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que cierre un bar cualquiera no es noticia. Son cientos los que han tenido que hacerlo desde que la crisis golpeó con fuerza al sector. Pero que un local que programaba actuaciones en directo tenga que finiquitar su historia, sí tiene un alcance mayor, ya que se pierde un espacio, otro más, para la celebración de conciertos, y al final son los pequeños locales los que crean ambiente y trabajan a diario por la cultura musical. En este caso, el local vigués que se apaga es el Xancarajazz. En febrero del 2009 celebraba su fiesta de inauguración y a partir de entonces, con una programación en directo que arrancaba los miércoles y en muchas ocasiones se extendía hasta los domingos, deja un balance de cientos de conciertos. Según su responsable, Gonzalo Villar, más de mil. Sobre todo, de jazz, pero también de muchos otros estilos, desde rock a flamenco.

Villar es un histórico curtido en el gremio de la hostelería, con el que actualmente se muestra desencantado. «Estoy muy desilusionado. Aunque llevo media vida trabajando en esto, esta vez tengo la amarga sensación de que no vale la pena seguir. », afirma.

El local llevaba siete años funcionando en la calle Isabel II, la lateral pegada al antiguo cine Fraga, que tampoco levanta cabeza desde que cerró y fue adquirido por Caixa Galicia para su reforma.

Villar es un hostelero con experiencia. Con su hermano Javier regentó, en los años 80, el mítico bar latino El Malecón. Más tarde se hizo cargo de La Negra Tomasa, en la calle Vázquez Varela y a continuación del Manteca, en la calle Carral, todos ellos con música en vivo.

Ahora no se plantea volver. Al menos, a corto plazo. «No estoy buscando una alternativa porque no quiero saber nada de locales. Montar un bar de conciertos, que es lo que a mí me interesa, es un proyecto que requiere un buen local y una gran inversión. En este momento, no es rentable. Nosotros manteníamos los mismos precios que cuando abrimos y la gente se queja ahora de que es caro. A nosotros nos quedan unos márgenes muy escasos», asegura.

El Xancarajazz dejó de organizar conciertos el pasado mes de mayo, debido a una denuncia por ruidos de una vecina del edificio contiguo, el Residencial Fraga y siguió por inercia, pero fue perdiendo clientela al desaparecer su principal atractivo. Entonces, Villar explicaba que por las características físicas del establecimiento, carecían de permiso para bar musical y no podían acceder a otro tipo de licencia.