Este dúo acaba de ganar el concurso de música de la Diputación con su rock furioso
07 nov 2016 . Actualizado a las 20:20 h.Sobre el escenario son un torbellino eléctrico que a nadie deja indiferente. Anxela Baltar (guitarra) y Violeta Mosquera (batería) se bastan y se sobran para dejar en evidencia a cualquier banda con el triple de miembros. No en vano Bala, que así se llama el dúo, se ha hecho recientemente con el primer premio del concurso de música de la Diputación, al que van a dar una buena salida, según cuenta la guitarrista.
-Se han llevado uno de los premios musicales más generosos que se dan por estos lares.
-No está nada mal. Además nos viene en un momento fantástico, porque entramos en el estudio de grabación esta semana. Así que ya te puedes imaginar a qué vamos a dedicar la dotación del premio. Vamos a grabar nuestro disco nuevo, así que nos vamos a Sant Feliu con Santi García, que es un productor que admiramos mucho. Y estaremos toda la semana por allí, grabando.
-¿Cuándo creen que estará listo?
-Contamos con editarlo en vinilo. Ahí somos un poco frikis, el cedé no es un formato que nos atraiga mucho. El problema es que ahora que el vinilo vuelve a estar en auge hay bastante tiempo de espera en las fábricas. Pero calculamos que podría estar para principios de año o febrero.
-Tal y como están las cosas, habrá que menearlo por Internet, también.
-Claro, una buena edición digital es totalmente necesaria a día de hoy. Hay que estar en todas las plataformas digitales -Spotify, YouTube, Bandcamp...- a las que todo el mundo tiene acceso, porque hay gente que no tiene un reproductor de vinilos en casa. Pero sigue pasando que en los conciertos nos vienen a pedir cedés, y no entienden que no tengamos.
-¿Esperaban hacerse con el premio de la Diputación?
-Había un poco de todo, por eso no lo teníamos nada claro. Es que es la primera vez que este concurso se abre a otros estilos, no solo al rock, así que había cosas muy distintas. Y como nuestra música no es algo que le entre a todo el mundo, no nos lo esperábamos. Además es que no somos muy de concursos, así que la sorpresa fue doble.
-Pero al decidirse la final sobre un escenario lo tuvieron más fácil, porque lo suyo es el directo.
-Es que en directo nos venimos muy arriba, lo gozamos infinitamente. Por eso llevamos mucho tiempo en una especie de gira permanente, y eso la gente lo percibe, lo mucho que disfrutamos.
-Siempre que se habla de ustedes se destaca el hecho de que son dos mujeres haciendo rock. ¿Es tan extraño?
-Es algo a lo que no queremos dar importancia. Somos un grupo como otro cualquiera, hacemos música y queremos convencer a la gente por lo que hacemos, no por el hecho de que seamos mujeres. Pero la verdad es que seguimos siendo pocas las chicas que estamos en esto dando caña. Y por eso a la gente le sigue llamando la atención. Espero que algún día deje de ser así, pero por ahora es inevitable. Aunque nosotras nunca nos presentaremos como un grupo de chicas.
-¿No cree que sea algo reivindicable, como hicieron en los noventa en el movimiento Riot Grrrl?
-Una cosa no quita la otra. En su momento, todo ese movimiento fue muy necesario. Marcó un antes y un después en la historia del rock. Ahora todavía queda mucho por hacer, porque sigue habiendo mucho machismo en la música. En este tipo de música, que podría parecer contradictorio. Al fin y al cabo la música es un reflejo de la sociedad. Pero siguen dándose situaciones ridículas, gente que te ve en un concierto y se piensa que eres la novia de uno de los músicos, o los que te dicen que para ser una chica lo haces bien. Eso pasa, es una realidad. Y lo seguirá siendo mientras los grupos con componentes femeninos sean un uno por ciento de los carteles de los festivales.
-¿Se han planteado alguna vez ampliar la banda?
-Pues no. ¿Para qué? Es que es una formación que nos funcionó muy bien desde el principio. Teniendo en cuenta lo que hacemos, que es la batería rápida y los amplificadores a todo trapo, nos bastamos y nos sobramos.
«Vivir hoy en día del rock no es fácil, pero tampoco lo descartamos»
Cada vez surgen más iniciativas por parte de diferentes instituciones para apoyar a las bandas emergentes, algo que Anxela celebra.
-¿Cree que el rock de base puede correr el riesgo de ser institucionalizado?
-Creo que todo es compatible. Nosotras seguimos tocando en centros autogestionados aunque ahora también actuemos en festivales grandes. Cada grupo tiene que mantener su esencia. No está mal participar en este tipo de historias y aprovechar las oportunidades, pero también hay que mantenerse fiel a los orígenes y tener claro lo que uno quiere hacer. Pero no creo que sea incompatible tocar en un centro autogestionado y al día siguiente en un teatro.
-Ustedes se fueron a Londres con los instrumentos y poco más.
-Es la manera de empezar a moverse por ahí fuera. Por ahora hemos estado en Portugal y en Reino Unido, pero estamos planeando ir por Europa e incluso a otros continentes este próximo año. La clave está en no parar de tocar, conocer gente que te puede ayudar y a la que puedes ayudar tú después. Se crea un círculo de vínculos que te permiten moverte.
-¿Es posible llegar a vivir del rock hoy en día para una banda como la suya?
-No es fácil, pero tampoco es algo que descartemos. A día de hoy el grupo no puede ser el cien por cien de nuestra vida y nuestro tiempo, pero sí que ocupa una parte muy importante. No sé lo que va a pasar. No nos gusta crearnos falsas expectativas, así que iremos viendo cómo van las cosas. También es cierto que al ser solo dos es todo más fácil a la hora de organizarse. Habrá que esperar. A lo mejor dentro de un año te doy otra respuesta más clara.