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El ladrón del Códice robó el libro «para que sufriera el deán»

xurxo melchor / camilo franco SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Álvaro Ballesteros

El electricista dice que quería vengarse porque no le ayudó a cobrar lo que le debía la catedral y afirma que se llevó el dinero de la caja fuerte porque otros también lo hacían

14 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Quería hacer sufrir al deán. Ese es el móvil del robo del Códice Calixtino. Así lo ha manifestado en sus declaraciones el autor confeso del delito, Manuel Fernández Castiñeiras, que ha explicado que se llevó el manuscrito del archivo de la catedral de Santiago «para que sufriera el deán» porque el canónigo no le había ayudado a cobrar los más de 40.000 euros que, según dice, le adeudaba el cabildo de la basílica por numerosos trabajos realizados en el templo.

Según los testimonios de Fernández Castiñeiras, él era muy amigo de José María Díaz antes de que este fuese nombrado deán y se sintió traicionado cuando, una vez ya en el cargo que le situaba al frente de la catedral compostelana, el religioso no le ayudó a solucionar la reclamación económica que él tenía presentada.

El electricista también ha asegurado que tenía acceso diario al Códice, que conocía su importancia y que sabía que era la pieza más querida por el deán de todas las que se guardaban en el archivo catedralicio. Por eso, y siempre según lo que él ha relatado, entró el 4 de julio del 2011 en la cámara en la que estaba depositado el manuscrito y, sin más, se lo llevó.

En ningún momento pensó en venderlo, ni en destruirlo. Prueba de ello, ha explicado Manuel Fernández Castiñeiras, es que el preciado libro, una joya bibliográfica medieval del siglo XII ligada al Camino de Santiago, fue protegido con periódicos y plásticos para que no le afectase la humedad y que el manuscrito ha aparecido intacto.

El autor confeso del hurto, que ya lleva una semana internado en la prisión coruñesa de Teixeiro, ha manifestado que tenía pensado devolverlo en una fecha determinada, cuando considerase que el deán compostelano ya hubiese sufrido lo suficiente. Quería devolverle así el mal trago que él había pasado al no conseguir cobrar lo que le debían por numerosos trabajos en la catedral a pesar de que, según su versión, él tenía factura de todo.

Arrepentido

Fernández Castiñeiras también se ha mostrado arrepentido por haberse llevado el Códice Calixtino. Ha señalado que no tenía ni idea de la repercusión que la desaparición del libro podría tener y mucho menos de lo que supondría para él. Desde que se produjo su detención, el pasado día 3, asegura haber estado sometido a una gran presión que le ha provocado una enorme preocupación y tristeza. Más aún al ver que su mujer y su hijo, a los que exculpa de todos sus actos, fueron también arrestados e incluso llegaron a ingresar en prisión, aunque fueron puestos en libertad pocas horas después una vez que la policía halló todo el dinero -1,7 millones de euros- que tenía guardado en sus propiedades de O Milladoiro, Sanxenxo y Negreira. Remedios Nieto Mayo y Jesús Fernández Nieto siguen, no obstante, imputados por blanqueo y, en el caso de ella, también por delitos contra la intimidad.