Sin acometer esta rehabilitación no se podrá terminar la del Pórtico
11 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Las dos torres más famosas de Galicia, las que mandan en la catedralicia fachada del Obradoiro, están en un estado de salud precario, tan precario que las dos precisan de casi dos millones de euros para recuperar la seguridad en si mismas. La catedral presentó el proyecto de rehabilitación, con un coste de 1,9 millones de euros. El templo está buscando ese dinero y espera conseguir el 75 % del Ministerio de Fomento y el resto, de aportaciones privadas. Los responsables de la catedral aseguran que sin esta obra no se podrá finalizar la rehabilitación del Pórtico da Gloria.
Los males que aquejan a las dos torres viene de viejo, «desde la desamortización», explican el canónigo fabriquero, Daniel Lorenzo, y el arquitecto del plan director, Javier Alonso. Concretan los males en «la falta de mantenimiento, las intervenciones erróneas en el pasado» y a un enemigo mucho más difícil de combatir: «La catedral padece todo tipo de humedades, pero las dos torres tienen problemas muy serios que han ido deteriorando su estado de conservación», señala el arquitecto.
El proyecto presentado ayer es una primera fase que tiene como finalidad reparar los elementos con peligro de caída y, en un plano más general, frenar la entrada de agua desde las torres hacia el interior. En este caso, tanto Lorenzo como Alonso señalan que estos trabajos son imprescindibles para que se puedan completar las obras de restauración del Pórtico, porque, aunque se rematen estas, «la humedad va a seguir llegando y no se podrán conservar bien».
El proyecto está enmarcado en las directrices del plan director y pretende una recuperación integral de las dos torres. Lorenzo señala que aunque sea «una primera fase y haya otra en el futuro esta obra dejará las dos torres en una situación óptima».
Vigilar la inclinación
El proyecto prevé restaurar los elementos que amenazan desplome, recuperar los elementos como las escaleras y retirar intervenciones de los años cincuenta que la dirección de la obra considera no solo inadecuadas, sino peligrosas para el mantenimiento de las dos torres. El arquitecto señala que cada una de ellas tiene un tratamiento diferente porque aunque «son simétricas por fuera por dentro son completamente diferentes». El proyecto prevé la colocación de mojones que sirvan para marcar si la inclinación de la torre sur aumenta o si está asentada. Pero la finalidad última del proyecto es hacer desaparecer las humedades de la actualidad y evitar las futuras. El proyecto incluirá la renovación de las carpinterías para eliminar las ventanas fijas y permitir la ventilación de la condensación que produce en el interior del templo.
Concienciación
La presentación del proyecto es, según Daniel Lorenzo, «la demostración de la necesidad de acometer la obra y una llamada a la concienciación». La catedral mantiene negociaciones para conseguir que el Ministerio de Fomento financie el 75 % con cargo al 1 % cultural. El otro 25 % se está buscando «en entidades privadas», según se explicó. De conseguirse la financiación, las obras podrían comenzar a principios del 2013 y prolongarse durante 18 meses.