«No quiero ser grosera, pero actuar es estúpido», confesó en una entrevista a Vanity Fair el mes pasado
26 feb 2013 . Actualizado a las 17:39 h.Conocida por su inconformidad con el rol de diva, Jennifer Lawrence coronó su carrera tras llevarse el Óscar a Mejor actriz por El lado bueno de las cosas, después de haber cautivado al público con el éxito de taquilla Los juegos del hambre.
La actriz de 22 años ya había ganado el respeto de la crítica en el 2011, cuando fue nominada por su protagónico en el filme independiente Winter's Bone. Pero debió esperar a una franquicia y una exitosa comedia romántica de David O. Russell para adquirir el verdadero estatus de estrella y llevarse un Oscar.
Aunque condesciende en participar en el show mediático, Lawrence se siente víctima de una carnicería fotográfica cuando acude a una alfombra roja, y por eso se dice más cómoda en zapatillas deportivas que en tacones altos, se niega a hacer dieta y rechaza que la consideren especial. «No quiero ser grosera, pero actuar es estúpido», dijo a Vanity Fair el mes pasado. «La gente me pregunta "¿Cómo haces para mantenerte estable?" Y yo no entiendo por qué tendría que ponerme engreída. No estoy salvándole la vida a nadie. Hay doctores que salvan vidas y bomberos que se meten en edificios en llamas. Yo hago películas. Es estúpido».
Exanimadora y exmodelo, Lawrence convirtió esa supuesta estupidez en la gallina de los huevos de oro al interpretar a Katniss Everdeen en la franquicia adolescente Los juegos del hambre, una taquillera fantasía post-apocalíptica sobre una pelea a muerte que verá su segunda parte a finales de este año. Pero fue su papel de veinteñera inestable en la comedia romántica El lado bueno de las cosas, que protagoniza junto a Bradley Cooper, el que terminó asegurándole un lugar de honor en Hollywood.
La cinta, nominada a ocho Óscars, llegó a la gala del domingo con el récord de ser la primera, desde 1981, en competir en las cuatro categorías actorales: actor y actriz para Bradley Cooper y Lawrence, y actor y actriz de reparto para Robert De Niro y Jacki Weaver. La única en ganar la estatuilla fue Lawrence, quien se impuso sobre Jessica Chastain, por La noche más oscura; Emmanuelle Riva, por Amor; Quvenzhané Wallis, por Bestias del sur salvaje y Naomi Watts, por Lo imposible.
Cuando subió a recoger el premio, además, protagonizó una de las anécdotas de la noche, al caerse cuando subía las escaleras del escenario. Su vestido de Dior, uno de los más elegantes de la noche, le jugó una mala pasada, aunque el incidente no fue tan grave como el de los premios del Sindicato de Actores, donde la actriz partió a la mitad el diseño que llevaba puesto.
Nacida en Louisville, Kentucky, el 15 de agosto de 1990, Lawrence inició su carrera a los 14 años, cuando pasó un verano en Nueva York cautivando a productores en sus audiciones y ganando numerosos papeles pequeños en comerciales y películas.