Francisco Domínguez explica que la gestión económica de la catedral tiene algunas particularidades aunque tenga también carácter empresarial.
-¿Cuáles son las dificultades de gestionar una catedral?
-No es una dificultad, es una circunstancia. La catedral de Santiago es la más visitada de España y tiene un horario de apertura muy amplio. La vocación decidida es mantener el culto, una actividad a la que otros templos han renunciado para mantenerlo solo testimonialmente, de manera que catedrales, como la Palma de Mallorca por ejemplo, son museos y, por lo tanto, tiene una gestión más sencilla y un desgaste menor.
-¿Qué dificultades les ofrece el modelo con culto?
-Supone un templo abierto todo el día y, por lo tanto, no podemos cobrar entrada para acceder al mismo como hacen Sevilla o Toledo. Cobrar entrada implica restringir el acceso, pero con el modelo libre implica que tenemos que buscar otras fuentes de financiación para cubrir las necesidades. Esto quiere decir que sin aportaciones de patrocinadores no se puede mantener el actual modelo abierto y atender la conservación del monumento.
-¿Qué respuesta espera del plan de mecenazgo?
- Una respuesta generosa. Pensamos que es un plan modesto si lo comparamos con la importancia de la catedral en la atracción turística de Galicia.
Francisco Domínguez cree que las catedrales museo son más fáciles de gestionar.