Caída generalizada en la afluencia a los principales museos gallegos

G. N. Redacción / La Voz

CULTURA

Exposición «Veraneantes», programada este año en el museo de arte contemporáneo Marco, en Vigo.
Exposición «Veraneantes», programada este año en el museo de arte contemporáneo Marco, en Vigo. Ó. Vázquez< / span>

Los recintos de la comunidad reprodujeron en el 2013 la tendencia a la baja y algunos tratan de diversificar sus actividades para captar visitantes

13 ene 2014 . Actualizado a las 15:28 h.

Si el gran mercado internacional del arte navegó en el 2013 ajeno a la crisis con sus astronómicas subastas (Bacon, Warhol, Koons), parece que los museos han visto reflejado el bache económico en la caída del número de visitantes. Salvo honrosas excepciones como el Reina Sofía, que batió el récord en España en cuanto al balance anual de visitas, al superar la barrera de los tres millones -3.184.640-, tanto el Prado -que perdió medio millón con respecto al 2012- como el Thyssen, que, pese a rondar el millón de visitas, bajó en más de 300.000, han sufrido importantes sangrías. Algo similar ocurrió en Barcelona con el museo de arte contemporáneo MACBA (50.000 menos) o en Bilbao con el Guggenheim (con una caída de casi 70.000).

En Galicia, la tendencia fue similar. Por ejemplo las instalaciones amparadas bajo la denominación de Museos Científicos Coruñeses recibieron a casi 400.000 personas, pero padecieron pérdidas significativas. La Casa de los Peces acaparó 214.213 personas (y agrava el descenso: de las 308.000 del 2010 pasó a 218.000 en el 2012); la Domus, 97.583 (98.110, el ejercicio anterior); y la Casa de las Ciencias, 81.277 (87.084, en el 2012). El cuarto centro científico -el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt)- cumplió en el 2013 su primer año de vida y en agosto registró «unas 200 visitas no escolares cada día y con una duración media de 105 minutos», explica su director, Ramón Núñez Centella, que al acabar el 2012 dejó la dirección al jubilarse. Desde 1985 en que abrió la Casa de las Ciencias, Núñez fue el impulsor de los cuatro museos.

También hubo cambio en la dirección de la Fundación Luis Seoane, al ser cesada Silvia Longueira (edila socialista) por el patronato que preside el alcalde Carlos Negreira (PP). Aún está abierto el proceso de sustitución. El centro -que conserva la obra de Luis Seoane- ofrece actualmente tres exposiciones, una de ellas una retrospectiva de Alberto Corazón.

Muy cerca están el Museo Militar, que hace unos meses superaba el medio millón de visitantes en sus once años de funcionamiento, y el castillo de San Antón. Este último integra la red municipal junto con las casas museo dedicadas a Casares Quiroga, María Pita y Picasso.

La obra de los Quesada, padre e hijo, ocupa estos días el Museo de Belas Artes, en una de las muestras más importantes que ofrece un recinto que recibe unas cien mil visitas anuales.

Ruinas de San Domingos

Además de sus nueve exposiciones (Aramburu, Cerámica Castrexa, Manolo Paz o Antón Pulido, entre ellas), el Museo de Pontevedra diversificó actividades para rentabilizar sus instalaciones. También inauguró el Sexto Edificio en enero y el Edificio Sarmiento, en agosto. El cierre de las Ruinas de San Domingos en agosto pudo contribuir a la caída de visitantes en un 2013 que registró 149.400, frente a los 174.521 del 2012 (fueron más de 226.000 en el 2010, año jacobeo, que siempre suma).

En Vigo, el Museo de Arte Contemporánea cerró el año con 82.139 visitantes, casi 10.000 personas menos que en el ejercicio anterior. El decreciente interés que suscita el Marco tiene relación directa con sus posibilidades financieras, en constante reducción desde el 2003, pero muy acentuada el pasado año. En los últimos tiempos, la Fundación Marco ha padecido la salida de su patronato de la Deputación de Pontevedra y de la desaparecida Caixanova. Además, el Concello ha ido rebajando su aportación de los 900.000 euros del 2003 a los 600.000 euros del último ejercicio. La Xunta también se ha ido desentendiendo, y aporta 100.000 euros, mientras que el Ministerio de Cultura tan solo inyecta 50.000. Con este panorama, Iñaki Martínez Antelo tiene que agudizar su ingenio para promover una programación atractiva. La primera propuesta del año lleva por título Historia, miradas de artistas: nueve creadores que trabajan sobre la historia con la fotografía, el vídeo y la instalación.

En Santiago, el Museo do Pobo Galego recibió 50.000 visitantes en el 2013, muy lejos de los más de 90.000 del 2010, año jacobeo. Para su dinamización la dirección prevé para este año la apertura de una sala en el ala sur que anticipe la gran remodelación que quedó parada con la crisis: versará sobre la Galicia urbana. El Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) tiene una media anual de 60.000 visitantes y mantiene abierta la muestra colectiva 93, que conmemora el 20.º aniversario del museo.

El Centro Cultural da Deputación de Ourense cerró el año con un importante incremento en el número de visitantes. A falta de cerrar un balance definitivo, por este espacio pasaron cerca de 80.000 personas, cifra que no se corresponde, en su totalidad, con quienes acuden a ver las exposiciones, toda vez que en el edificio Simeón se encuentran otros servicios, como la Colección Pacheco-Outeiriño de trenes a escala o un salón de actos. Los visitantes a las exposiciones se acercan a los 50.000, según la cifra aportada por Francisco González Bouzán, director del recinto. Pure Pop Art, con casi 15.000 visitantes, fue la más visitada y está teniendo una importante demanda el proyecto con el que se cerró el año: una colectiva que reúne la obra de Lamazares, Alexandro y Vidal Souto (abierta hasta el 23 de febrero).

El torques de Burela

A falta de los resultados definitivos de diciembre, el Museo Provincial de Lugo registró en el 2013 más de 51.000 visitas, según informó la diputación, lo que supone un incremento del 18% con respecto al 2012 (43.232). Este aumento se debe, en gran medida, a la intensa programación que organiza, con obradoiros, charlas y actividades diversas. Tal alza se logró a pesar de la reciente pérdida de la colección de orfebrería y parte de la de pintura cedidas por el mecenas Álvaro Gil. Los herederos retiraron las piezas (entre ellas, el torques de Burela) el 24 de octubre avalados por el Tribunal Supremo, que cerró un conflicto con la Deputación de Lugo iniciado en los años 90.

Esta información ha sido elaborada con las aportaciones de Patricia Calveiro (Santiago), Jorge Lamas (Vigo), Xosé Manoel Rodríguez (Ourense), Manuel Blanco (Pontevedra), Laura López (Lugo) y Manuel Rodríguez García (A Coruña).