Denzel Washington hace historia en el Festival de San Sebastián

La Voz AGENCIAS

CULTURA

El actor asegura que supone un «gran honor» ser el primer afroamericano en recibir el Premio Donostia

19 sep 2014 . Actualizado a las 19:34 h.

Con una amplia sonrisa y ganas de bromear, Denzel Washington se ha mostrado este viernes satisfecho con su trayectoria profesional porque todo lo que ha hecho le ha «traído a San Sebastián», por lo que no lamenta ni se arrepiente de nada, aunque todavía no está seguro de si ha llegado el papel de su vida. La indiscutible estrella de la 62 edición del Festival de Cine de San Sebastián ha comparecido en una multitudinaria rueda de prensa horas antes de recibir el Premio Donostia, junto con Antoine Fuqua, el director de El protector, la película que abre, fuera de concurso, el Zinemaldia. «Quizá soy un tipo del pueblo, normal, con un trabajo extraordinario», ha dicho el protagonista de la cinta, quien ha pasado un largo rato firmando autógrafos a las puertas del Hotel María Cristina, tras su llegada a San Sebastián. «Él es así siempre, no es un tipo corriente», ha subrayado Fuqua.

Denzel Washington, que se ha alegrado de ser el primer artista negro que recibe el Premio Donostia, ha asegurado que «no supone ninguna carga» ser considerado un símbolo de la comunidad afroamericana sino que, por el contrario, le encanta que los jóvenes vean en él un referente. Asimismo también ha agradecido que se le reconozca con este galardón porque «es un gran honor» que reconozcan tu trabajo y él intenta trabajar «duro y siempre intentando hacerlo lo mejor posible».

Tras reconocer que lamentablemente nunca podrá ser «Sidney Poitier», Denzel Washington, que ha recibido una caricatura de uno de los presentes durante su comparecencia en la abarrotada sala de prensa, ha señalado que ser ganador de Oscar ha cambiado «la percepción» que la gente tiene de él dentro de la industria del cine. En todo caso, ha destacado que para él los premios «no son una carga» y siempre intenta «trabajar duro y hacerlo mejor posible».

Preguntado sobre el hecho de que en este filme vuelva a trabajar con Fuqua, con quien ya rodó Training Day (2001), que tuvo «mucho éxito» algo que les ha brindado «muchas oportunidades», Denzel Washington ha indicado que sentían que era el momento adecuado para reunirse de nuevo aunque hayan pasado diez o doce años. «Estoy orgulloso del trabajo que hemos realizado, una película que la gente quiere ver y que espero el público disfrute», ha destacado. Por otro lado, ha reconocido que su «primer amor» siempre ha sido el teatro, donde se formó y al que ha vuelto y del que se recibe «mucho más» del público, y ha rechazado que siempre haga el mismo tipo de filmes.

Preguntado sobre qué aconsejaría a los nuevos actores, teniendo en cuenta su trayectoria, Denzel Washington ha señalado que el sistema de Hollywood coge «demasiado rápido» a algunos jóvenes actores. «La mayoría de los grandes actores comenzaron en el escenario, pero no siempre suele ser así», ha apuntado. A su juicio, tras un gran papel las jóvenes promesas del cine deberían volver al teatro y estudiar. «Todos tenemos la responsabilidad de cuidar a otros, si cuidásemos a otras personas tendríamos muchos menos problemas en el mundo, pero yo no elegiría hacer lo que hace este personaje», ha explicado.

Maribel Verdú se pasa al terror

Por otra parte, Maribel Verdú interpreta su primer papel en un filme de terror en Ultravioleta, dirigido por Paco Plaza y primer corto de la serie Cinergía que produce y patrocina Gas Natural Fenosa en el marco del Festival de cine de San Sebastián. «Somos energéticos», ha dicho la actriz.

Maribel Verdú, que se ha desplazado a San Sebastián acompañada de su compañero de reparto Julián Villagrán, ha manifestado su satisfacción por el ingreso en el cine de género -«he puesto caras, y todo», ha dicho la actriz madrileña- y ha confesado su deseo de trabajar «inmediatamente», en el próximo proyecto de Paco Plaza. Ultravioleta cuenta la historia de una restauradora de arte a la que encomiendan la misión de rescatar una pintura que simboliza al diablo y que lleva años oculta bajo capas de pintura.

Las 17 películas compiten en San Sebastián

Un total de 17 películas, cuatro más que en la edición del año pasado, optarán a la preciada Concha de Oro en la sección Oficial del 62º Festival de Cine de San Sebastián, que arranca este viernes marcada por la abundancia de cine de género y comprometido. «En estas fechas de crisis económica y conflictos bélicos, el cine, como no puede ser de otra manera refleja lo que está pasando», explicó el director del festival, José Luis Rebordinos, para presentar el festival.

Tal vez la polémica de las 21 que se proyectarán en la sección oficial del festival entre el 19 y el 27 de septiembre es la película Lasa y Zabala. Dirigida por Pablo Malo, narra la desaparición y el posterior asesinato de dos miembros de ETA. Pese a la sensibilidad del asunto tratado, Rebordinos no prevé «polémicas encendidas», o al menos nada parecido a lo que se vivió hace 10 años con la proyección de La pelota vasca, un documental de Julio Medem sobre el conflicto político en el País Vasco.

El Festival de San Sebastián se convertirá otro año más en un lugar de encuentro para los amantes del cine, con un certamen que tiene cinco películas más en sección oficial que el año pasado y que se consolida cada año como puerta de entrada a Europa del cine latinoamericano. «Hay muchos 'thrillers' y varias comedias. Es el cine espectáculo, el que más busca el público», aseguró el director.

El cine experimental también tiene un hueco este año en el Festival de San Sebastián con Edén, la película de la francesa Mia Hansen donde la banda sonora tiene un gran protagonismo, o Casanova Variations, protagonizada por John Malkovich y en la que se mezclan distintas disciplinas artísticas.