Son prioritarias las obras que afectarán al cimborrio, cubierta, nave y capillas
30 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La comisión integrada por representantes de la Dirección Xeral de Patrimonio y de la Fundación Catedral de Santiago trabajan para perfilar las prioridades y el calendario de las obras de rehabilitación que se ejecutarán en la catedral de Santiago después de la firma del convenio entre el Gobierno central, la Xunta y el Concello que garantiza una inversión de 17 millones de euros en distintas anualidades hasta el 2021. Esta inyección de recursos permitirá poner fin al deterioro alarmante del monumento más importante del patrimonio histórico-artístico gallego.
El destino de estos recursos económicos no es un misterio porque, de hecho, están recogidos en el Plan Director de la catedral, aprobado en el 2009 y presupuestado en casi 30 millones de euros, incluyendo el coste de la redacción de los proyectos y el IVA. Lo que está pendiente de la decisión técnica es el orden en el que se ejecutarán los proyectos, que son todos ellos considerados urgentes e imprescindibles para salvar a la catedral. El cronograma se presentará probablemente este mes y, mientras tanto, ambas partes mantienen un absoluto mutismo.
Dado que ya está restaurada la torre norte, conocida como la de la carraca, y en obras la torre sur y el cuerpo central de la fachada del Obradoiro, poner fin a las filtraciones en el cimborrio es el objetivo más urgente. Ya en el siglo XVI se aludía al cimborrio como punto crítico por la cantidad de lluvia que recogía y que se introducía en la nave debido a los problemas de sellado de este elemento arquitectónico. Esta obra, que se ejecutará el próximo año con un coste próximo al millón de euros, cuenta con financiación del Ministerio de Fomento con cargo al 1 % cultural.
Si poner fin a las filtraciones del cimborrio es muy urgente y necesario para salvaguardar el interior de la basílica, también es preciso intervenir en la restauración de la cubierta, el claustro, la nave central, la girola y las capillas, entre las que están las de la Comunión y el Pilar, que presentan importantes daños por el agua que se ha filtrado a su interior. A principios de este año se adoptó una solución provisional para cubrir la linterna de la capilla de El Pilar con un plástico, visible desde la plaza de A Quintana, que redujo la entrada de agua, aunque ya se habían producido algunos daños en una ornamentación de jaspe y mármol de gran belleza.
Simultanear proyectos
Al organizar el calendario de las intervenciones de restauración, los expertos tienen en cuenta la urgencia de cada una de las actuaciones y las consecuencias que tendrán para el conjunto del monumento, pero también se valora a la hora de comenzar cada proyecto la posibilidad de simultanear varias actuaciones. Con esta forma de trabajar se podrá reducir el tiempo que la basílica compostelana estará en obras y, por otro lado, se garantizará la agilidad en las ejecuciones de los proyectos que se consideran urgentes para evitar un mayor deterioro del monumento.
El objetivo es que de cara al próximo año santo del 2021, horizonte temporal del plan director para llevar a cabo todas las intervenciones, estas estén concluidas. Hasta ahora se han realizado obras por importe de más de cuatro millones de euros en el marco del citado plan, que no incluye el pórtico de la Gloria.