Estados Unidos considera el ciberataque un caso grave de seguridad nacional, aunque no la Casa Blanca no ha confirmado si Corea del Norte está detrás
18 dic 2014 . Actualizado a las 20:37 h.«Si The Interview llega a estrenarse el 25 de diciembre, el mundo se llenará de miedo. Recordad el 11-S». Los ordenadores de Sony recibieron este martes, tres semanas después de haber sufrido el mayor ataque informático corporativo de la historia, este amenazador mensaje. Inmediatamente, las cinco cadenas de salas de cine más importantes de Estados Unidos retiraron la película de su cartelera navideña. Ahora, el estudio de Hollywood anuncia la cancelación del estreno, prevista para el 25 de diciembre. «En vista de que la mayoría de nuestros exhibidores han decidido no proyectar la película, no seguiremos adelante con el estreno -informa Sony a través de un comunicado-. Respetamos y entendemos a nuestros socios y compartimos completamente su interés máximo en la seguridad de los empleados y los espectadores».
El pasado 24 de noviembre, el estudio de Hollywood sufrió un dañino hackeo en sus equipos. El ataque fue reivindicado por un grupo autodenominado Guardianes de la Paz, quienes no solo borraron información imprescindible de los ordenadores de Sony, sino que además filtraron a la prensa estadounidense cientos de archivos revelando datos confidenciales de la compañía y comprometidos correos con actores, directores y productores.
Las primeras conclusiones señalaron directamente a Corea del Norte, achacando la embestida informática al resquemor que produjo en el país asiático la idea del estreno de la película The Interview. Protagonizada por James Franco y Seth Rogen, la cinta, en clave de humor, gira en torno a un complot estadounidense para acabar con la vida del dictador norcoreano Kim Jong-un. Los hackers manifestaron en varias ocasiones su oposición al estreno del largometraje; sin embargo, el régimen del país asiático, aunque calificó la película de «un acto de guerra», negó su participación en el atraco a Sony y en las amenazas.
El Gobierno de Estados Unidos ha tenido que salir al paso de las informaciones sobre el ciberataque a Sony, que ha calificado como «un grave asunto de seguridad nacional». A pesar de esto, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha eludido confirmar si Corea del Norte está detrás y mantuvo que la que la investigación sobre la autoría todavía está en marcha. Pese a las declaraciones de Earnest, según informaron este miércoles las cadenas de televisión NBC y CNN, los federales han logrado establecer un vínculo entre el ciberataque y el Gobierno de Corea del Norte. Aunque el acto de piratería se originó fuera de ese país asiático, fue ordenado por el régimen de Kim Jong-un.