Desde Pyongyang negaron categóricamente cualquier relación con el mismo
20 dic 2014 . Actualizado a las 08:31 h.El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió este viernes a Corea del Norte que enfrentará represalias por el ataque cibernético que afectó en noviembre a Sony Pictures, motivado por una sátira del líder Kim Jong-un que enfureció a Pyongyang.
«Causaron mucho daño y vamos a responder. Vamos a responder proporcionalmente y vamos a responder en el lugar, tiempo y manera que escojamos», dijo Obama, sin dar más detalles.
El mandatario también señaló que Estados Unidos no va a ceder ante «un dictador», pero consideró que Sony «cometió un error» al cancelar el estreno de la cinta previsto para el 25 de diciembre.
Los estudios de cine se defendieron al precisar que no les quedó otro remedio que dejar de distribuirla después de que los cines más importantes del país se negaran a proyectarla por las amenazas de los piratas informáticos evocando los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La polémica película, The Interview, trata de un complot ficticio de la CIA para asesinar a Kim.
El FBI tiene «suficientes pruebas de que el gobierno norcoreano es responsable» del ataque, que podría costar a los estudios hasta 500 millones de dólares, según varios expertos.
Cientos de correos electrónicos internos, datos salariales, números de seguridad social de trabajadores y hasta guiones en preparación quedaron a la luz por el ciberataque, perpetrado el 24 de noviembre y reivindicado por el grupo autodenominado Guardianes de la Paz o GOP (Guardians of Peace).
«Entiendo las preocupaciones que han enfrentado» los responsables de Sony, reconoció Obama.
«No podemos tener una sociedad en la cual un dictador en alguna parte puede imponer la censura aquí en Estados Unidos», señaló.
Poco margen de respuesta
Corea del Norte reaccionó inmediatamente a través de su misión en la ONU negando categóricamente cualquier relación con el ataque. «Nuestro país no tiene ningún vínculo con este pirata informático», dijo a la AFP el asesor Kim Song.
Pyongyang no ha condenado nunca el ataque, al que llama un «acto legítimo» por una película que considera un «acto de terror sin sentido».
A pesar del anuncio de Obama, Estados Unidos tiene pocas opciones para responder a Corea del Norte, un régimen autocrático prácticamente aislado del mundo, dueño de armas nucleares y una reputación de desdeñar las normas internacionales.
«Los norcoreanos gozan de una forma de impunidad debido a su condición única», dijo a la AFP James Lewis, un exasesor gubernamental en seguridad cibernética.
Además, su economía es tan pequeña y sujeta a una serie de sanciones económicas que la respuesta estadounidense seguramente no tendrá un impacto importante, señaló.
«La Casa Blanca lo sabía»
Sony Pictures defendió de su lado que su compañía no cedió a las amenazas que recibe desde hace varias semanas del GOP.
«No hemos cedido, no nos hemos rendido, hemos sido perseverantes», afirmó su presidente, Michael Lynton.
«El presidente (Obama), la prensa y el público son los que están equivocados con lo que ha sucedido en realidad», añadió el directivo.
Los estudios también dijeron que buscan la forma de difundir la película «en otras plataformas», ya que el objetivo es que «cualquiera que quiera ver la película tenga la oportunidad de hacerlo».
Lynton dijo a la cadena CNN que no ha sentido el apoyo de los compañeros de profesión en un momento en el que se espera que «la industria se reúna y respalde».
Sony se dio cuenta de que la película podía conllevarle problemas en junio, cuando comenzó a recibir correos y comunicados en contra de la parodia.
«El gobierno de Estados Unidos nos dijo que no había ningún problema con el film», afirmó Lynton, tras explicar que su compañía ha estado en permanente contacto con la Casa Blnca.
Industria secuestrada
El tema puso de manifiesto no solo la seguridad cibernética de las compañías, sino también la vulnerabilidad de la libertad de expresión en la Meca del cine.
Esta «situación sin precedentes» demuestra que «unos pocos cibercriminales remotos pueden secuestrar toda una industria» y hacer de la libertad de expresión «una presa», dijo el poderoso sindicato de directores DGA.
Uno de los mayores astros de la industria, el actor George Clooney, criticó amargamente a Hollywood por haberse negado a formar un frente común ante las amenazas o a respaldar una carta que hizo circular entre altos ejecutivos.
Según el actor, el asunto va más allá de Sony Pictures e «involucra a todos los estudios, todos los medios, todos los negocios y todos los individuos de este país».
«Sabemos que si nos rendimos ante estos criminales ahora abriremos la puerta a cualquier otro grupo que amenace la libertad de expresión, la privacidad y la libertad personal», afirmó el actor en una entrevista el sitio de entretenimiento Deadline.