Un Rajoy decepcionante y vacío

OPINIÓN

03 ago 2012 . Actualizado a las 20:31 h.

Mariano habló. Y decepcionó. Como ya la víspera hizo Draghi, como tantas veces ha hecho Merkel y como habitualmente hacen los mandamases de la Unión Europea. En fin, como últimamente les pasa a todos esos que han peleado por asumir el poder pero a los que les tiembla el pulso cada vez que deben asumir sus responsabilidades y tomar decisiones en firme.

Rajoy repitió el mismo discurso que hizo en su primera comparecencia ante los medios hace dos meses: España tiene problemas, hay una serie de causas y trabajamos en un conjunto de medidas para solucionarlos. Y eslóganes, eslóganes y más eslóganes.

¿Es que no se ha dado cuenta de que no estamos en campaña electoral? No es momento de propaganda y, sobre todo, no tenemos un minuto que perder. Hay casi seis millones de parados, en 1,7 millones de familias no hay ni un solo miembro trabajando, y la prima de riesgo, esa que iba a desplomarse según Rajoy fuese investido presidente, está en niveles inimaginables hace unos meses...

No necesitamos un presidente vacilante, como lo estuvo hoy en muchos momentos Rajoy, que se presente ante la opinión pública con un discurso vacío. Necesitamos un Gobierno firme que acometa las tareas complejas pero de fondo, que ponga los cimientos de la sociedad del futuro, que aligere la administración, que apueste por un modelo económico a largo plazo en lugar de defender las medidas fáciles y cortoplacistas (bajar el sueldo de los funcionarios, subir el IVA o plantearse un modelo-burbuja como el de la construcción). Y no se puede perder ni un minuto, porque cada día que pasa significa una sangría, miles de parados más en las colas del Inem, cientos de españoles que emigran y decenas de empresas que cierran.