A pesar de algunos, los gallegos no comulgamos con ruedas de molino en estas elecciones. Estaba reciente la nefasta experiencia del bipartito, como para volver a repetir, y tanta negligencia y prepotencia, tanta falta de tolerancia y tanta imposición lingüística puso a cada uno en su sitio, nuevamente, casi cuatro años después. Por encima del éxito de Beiras, que le sacó los colores al ya desmantelado BNG, destaca lo conseguido por Feijoo. Tenía todo en su contra para sufrir una debacle, el poder desgasta, y en estos tiempos, y con Rajoy gobernando en Madrid vía Berlín, más que desgastar, corroe. Pero él, con su apariencia de tipo normal, y con una honestidad a prueba de bomba se merendó a tirios y troyanos. Esperemos que Vázquez y Jorquera presenten su dimisión, y socialistas y nacionalistas vuelvan a tener un partido fuerte liderado por savia nueva que en los próximos comicios puedan ser alternativa de gobierno. No olvidemos que AGE es solo Beiras, y que al final de la legislatura tendrá unos años que quizás, y ojalá me equivoque, no le permitan volver a presentarse. Enhorabuena al próximo presidente, y al que de facto debe ser el líder de tan descafeinada oposición.