08 mar 2013 . Actualizado a las 14:19 h.
Playa, mar y paseos. Poco más le queda ya a Sada. Pero de esas dos cosas siempre han presumido los vecinos de esta hospitalaria villa costera. Tan hospitalaria que es capaz de ceder lo que más quiere: su playa, su mar y sus paseos para que otros ganen dinero. Ha sido siempre así. Cuando el poder del Caudillo, cuando el poder del ladrillo y, ahora, cuando el poder de lo que llaman náutica de recreo. Sada pierde su «L», su paseo preferido. Me pareció ver el aviso: Si tienes yate pasas, si no tienes yate no pasas