El Gobierno se da por satisfecho con los 31 parados menos que se registraron en las listas del Inem en el mes de agosto; al tiempo que minimizó los 99.000 empleos destruidos en España en el mismo período. ¿Qué busca con ello? No se entiende, porque esos casi cinco millones de personas que están en la cola del Inem no son ilusas.
En Galicia parece que la situación es menos mala. Se rebajó el número de parados y se creó empleo blanco, es decir el que se registra a través de las altas a la Seguridad Social.
No obstante, el dato de ocupados hay que cogerlo con cautela, ya que se trata de una media y no se conoce cuántos eran los afiliados que había el sábado 31 de agosto, día en el que miles de contratos tradicionales del verano se dan de baja. Si es así, el engaño está servido.