Como profesionales de los servicios de Cardiología y Cirugía Cardíaca del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña queremos manifestar que estamos asistiendo atónitos a la controversia provocada por la iniciativa del Servizo Galego de Saúde de promover Unidades de Gestión Clínica. Entendemos y respetamos la diversidad de opiniones sobre este modelo de gestión, pero no podemos ser indiferentes a las consecuencias que algunas estrategias de oposición, basadas en sembrar el miedo y la desconfianza, están causando en nuestro entorno.
Primero ha sido la difusión viral de un mensaje en el que se anunciaba la privatización de la planta de hospitalización de Cardiología de nuestro hospital. El principal efecto de este mensaje ha sido la preocupación generada a los pacientes y a la población general. Lo que no existe, no existe; punto. Aclaramos, por si aún queda alguna duda, que privatizar de modo global o parcial cualquiera de los servicios de Cardiología o Cirugía Cardíaca no es ni será posible. Los profesionales que trabajamos en estos servicios no lo consentiríamos.
Ha sido el último episodio en esta escalada de acontecimientos sin sentido el que nos obliga a expresarnos públicamente para responder a un artículo de opinión que bajo el título de La privatización «del Corazón» del Servizo Galego de Saúde ha difundido el sindicato CC.?OO. utilizando el correo interno. En este artículo se afirma que «El mayor impulsor del proyecto de Gestión Clínica en Galicia es un conocido cardiólogo... que goza de prestigio profesional..» en clara referencia al doctor Alfonso Castro Beiras, jefe del Servicio de Cardiología del Chuac, y se especula con intereses ocultos que le llevarían a defender este proyecto. Los argumentos con que se pretende infundir la sospecha, siguiendo el principio de atacar al hombre cuando no puedes hacerlo con sus ideas, son la pertenencia del doctor Castro Beiras al consejo asesor de varias fundaciones privadas y su liderazgo en el Plan Integral de Cardiopatía Isquémica del Ministerio de Sanidad. En efecto, las organizaciones públicas y privadas se asesoran con profesionales de prestigio, ¿alguien podría sorprenderse de que sea así?
Las fundaciones son comunes en las grandes empresas y su objetivo es responder a lo que se conoce como Responsabilidad Social Corporativa, es decir, poner en marcha iniciativas para devolver parte de los beneficios a la sociedad de la que se obtienen a través de programas formativos, de apoyo a la investigación, a proyectos innovadores o solidarios. El Plan Nacional de Cardiopatía Isquémica, liderado por el doctor Castro Beiras por encargo del Ministerio de Sanidad y publicado en el año 2004 pretende establecer unos principios generales de asistencia a los pacientes con cardiopatía isquémica en todo el territorio nacional, de modo similar a lo que ocurre en el Servicio Nacional de Salud (NHS) británico. Este plan, continuado por Gobiernos sucesivos de España en la Estrategia en Cardiopatía Isquémica del Sistema Nacional de Salud y dirigido de manera ininterrumpida por el doctor Castro Beiras, hace recomendaciones basadas en el conocimiento científico destinadas a guiar a los responsables de la gestión sanitaria en las comunidades autónomas e instituciones sanitarias y a ser un elemento cohesionador en España y dinamizador de las mejoras a incorporar en la atención sanitaria. Sugerir que el plan puede hacerse con el objetivo de resultar en beneficio para terceras partes es, o bien maldiciente, o simplemente indicativo de que no se ha leído.
Para nosotros el doctor Castro Beiras es un cardiólogo brillante, innovador, capaz de ilusionar a quien le rodea en proyectos complejos y de gran valor asistencial, cuya dedicación ha transformado la asistencia cardiovascular en A Coruña y en toda Galicia. Es el principal responsable del desarrollo de la cardiología moderna en nuestro hospital, de la hemodinámica y la electrofisiología, de la imagen cardíaca, de que tengamos un programa de trasplante cardíaco, de cardiología pediátrica, de atención al infarto agudo o de cardiopatías familiares, reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras. Fue decisiva e imprescindible su contribución a la creación de uno de los servicios de cirugía cardíaca más prestigiados del país. Es también responsable de planificar y desarrollar un excelente programa de formación de médicos especialistas por lo que nuestro hospital es elegido entre los primeros para formarse en esta especialidad. Su visión y mente inquieta ha sido determinante para desarrollar una actividad en investigación e innovación en el área cardiovascular que no está al alcance de la gran mayoría de los hospitales del país. Todos, cada uno desde nuestra posición, intentamos aportar el máximo posible para el mejor cuidado de nuestros pacientes, pero son muy pocos los que pueden exhibir en el Sistema Nacional de Salud unos logros tan sobresalientes como los conseguidos hasta la fecha por el doctor Castro Beiras. Y quiere seguir mejorando la sanidad pública gallega. Nosotros también.
* Marisa Crespo Leiro, Nicolás Vázquez González, José Cuenca Castillo, Luisa Pérez Álvarez, José Ángel Rodríguez Fernández, Ramón Calviño Santos, Francisco Portela Torrón, Carlos Velasco García, Guillermo Aldama López, Jorge Salgado Fernández, Rosa Campo Pérez, Ignacio Mosquera Pérez, Beatriz Bouzas Zubeldía, Alberto Bouzas Mosquera, Juan Carlos Yáñez Wonenburger, María Jesús Paniagua Martín, Eduardo Barge Caballero, Elísabet Méndez Eirín, Xacobe Flores Ríos, Nemesio Álvarez García, Raquel Marzoa Rivas, Pablo Piñón Esteban, Víctor X. Mosquera, Carmen Iglesias Gil, Francisco Estévez Cid y Víctor Bautista Hernández.